lunes, 3 de julio de 2017
sábado, 1 de julio de 2017
¡TRES DÍAS CONOCIENDO EL CORAZÓN DEL INFIERNO Y LA GLORIA DE DIOS! TESTIMONIO DEL PASTOR ADAO CAMPOS
Mi nombre es Adao Campos, soy presbítero de la Iglesia Evangélica Asambleas de Dios estado de Cachoeirinha Rio Grande do Sur, Brasil.
Fui un hombre muy incrédulo, muy duro de corazón, perseguí las religiones cristianas
desafiaba a los cristianos a contender conmigo, y hasta los humillaba. ¡Apedree muchas iglesias! ¡Acabe muchos cultos!
Cuando en una cierta ocasión yo acabe con un culto al aire libre...
...de allí aproximadamente una semana un ángel del Señor entró a nuestra casa, a nuestro hogar, tenía una corona de gloria en la cabeza, mi esposa recién se había acostado, estaba despierta, ella vio al ángel entrar, con aquella corona de oro en la cabeza, ...
desafiaba a los cristianos a contender conmigo, y hasta los humillaba. ¡Apedree muchas iglesias! ¡Acabe muchos cultos!
Cuando en una cierta ocasión yo acabe con un culto al aire libre...
...fue directo a nuestra hija, un año y nueve meses de edad la arropo y le dio un besito, y luego vino a los pies de la cama de mi esposa y le dice: "Yo voy a llevar a tu hija, no es por causa tuya, es por causa de la incredulidad y la dureza del corazón de tu esposo" Y el ángel salió...
...mi esposa se levantó, examinó las puertas estaba todo cerrado en la casa, eran las 03:00 a.m. cuando ella me aviso: "entró un ángel a la casa" no creí hasta le dije: - "Tu duermes con la barriga llena y después dices que entró un ángel" ella pasó la noche llorando, preocupada con lo que le dijo el ángel que se la iba a llevar,
Ella no sufría de enfermedad ninguna,
estaba bien, ¡Llena de salud! ¡Llena de vida! Esto fue un viernes, ya el sábado, por la tarde, ella comenzó a quedar triste, y cuando fue la medianoche del sábado, mi hija ya estaba muerta, daba su último suspiro en mis brazos, el domingo por la tarde ya mi hija estaba en la sepultura.
Pasados unos ocho días, yo llegaba del cuartel porque yo era de la policía militar, entré en mi casa y salí al patio de mi casa, y oí una voz en el aire, voz áspera, brava que me dijo:¿Sabes por qué tu perdiste a tu hija? ¡Los creyentes son culpables! ¡Ellos son culpables de tu perder a tu hija!
Ahí, como yo había acabado el culto de aire libre frente a mi casa, hallé que eran ellos mismos culpables de que yo perdiera a mi hija, ¡Quede furioso! ¡Sentí una rabia en aquella hora! ¡Ira contra los creyentes! ¡Contra los evangélicos! yo decidí acabar con ellos, y decía:
“A esos creyentes los voy a eliminar” tenía seis balas en mi revolver, puse dieciséis balas en mi bolso, y un cuchillo y fui para allá, al lugar donde se reúnen...
...llegue a un portón grueso de madera de la iglesia, llevé mis manos al portón de la iglesia y mire para adentro y el diablo me dice: ¡Tú dispara para adentro y ellos van a salir y tú con el cuchillo le das en el cuello!
Cuando quise empuñar el revólver, yo estaba paralizado, no tenía fuerza en mis manos, mis manos quedaron presas en la puerta, quede mudo, así me quedé, no podía entrar, no podía hablar, no podía moverme ¡Estaba paralizado! Sentí que una mano grande me cogió del cuello me empujó para adentro y me hizo sentarme en la silla del portero, y yo doble la cabeza, cabeza abajo, y habló aquella voz directo conmigo, se abrió los cielos y aquella voz me dice: "Adao ¿Sabe quién soy yo?
¡YO SOY JESÚS!
AQUÍ ADAO TÚ NO VAS HA HACER LO QUE TÚ QUERÍAS HACER,
YO SOY JESÚS,
Cuando aquella voz habló conmigo yo comencé a llorar, me desmayó, fulminó mi vida, quedé quebrantado...
...yo estaba engañado del cielo y la tierra, aquella voz suave, aquella voz con amor, y yo no podía hablar y aquella voz me dice:
EN ESTE PUEBLO, HAY GENTE
QUE NO TIENE NI CALZADO EN SUS PIES...
MÁS ¡YO ESTOY EN MEDIO DE ELLOS!
DONDE TU NUNCA PENSASTE QUE YO ESTABA, ¡¡¡AQUÍ YO ESTOY!!!
¡HOY TU CAÍSTE EN MIS MANOS!"
Y aquella mano me soltó del cuello y yo levanté mi rostro, comencé a escuchar al pastor, aquel predicador estaba hablando de mi vida: “Esa vida que tú vives es de tristeza y dolor” y yo di un grito en la iglesia “¡Es verdad! ¡Esta vida que yo vivo no es vida!”
Y todo el mundo miró para atrás, ¡La iglesia estaba llena! Yo me avergoncé, y él pastor me dijo: Levántate! ¡Ven aquí y dobla tus rodillas! “¡Jesús tiene un plan en su vida!” Me puse de pie y me acordé que yo estaba armado, lleve mis manos para sacarme el cinturón con la cartuchera, de pronto mi revolver saltó misteriosamente de mi cinturón, ¡Nunca había hecho caer mi revolver! Mi revólver cayó a un lado, y yo quede de pie...
...un siervo me tomó de un brazo, otro del otro, yo no me pude agachar y guardar mi revólver, quedó extraviado, el cinto atravesado en la cadera, y me llevaron para al frente del púlpito y el predicador me mando a doblar mis rodillas, doble mis rodillas quede con los ojos abiertos, y empezaron a orar y yo con mis ojos abiertos,
…de allí un poco sentí como un soplo por encima de mi pecho, miré y vi ¡Dos cuerdas gruesas se reventaron encima de mi pecho!
¡Cristo vino a dar libertad a los cautivos!
Quedé asombrado, ¡Quería agarrar aquellas cuerdas! Y no conseguía agarrar, se desaparecían en medio de mis manos, "cuando reventó aquellas cuerdas yo caí de rostro en el suelo, en llanto, en lágrimas, desmayó mi alma me desmayo mi alma, mi espíritu mi cuerpo...
...luego me levanté y veía aquella "gloria de nubes en los cielos", ¡Rayos de luz!, yo estaba como un corderito,
¡Yo quería, saltar!...
¡Yo quería volar!
retorne a mi silla y agarre aquella inmundicia de revolver con la mayor vergüenza de mi vida, salí para la calle
¡Quería saltar!
¡¡¡Quería gritar de alegría!!!
Por aquella gloria que me acompañaba,
fui para mi casa, pase la noche con aquella gloria, no podía dormir ¡De alegría! ¡De gloria!
Fue así que Jesús me convirtio, me salvó realmente en aquella noche, ¡Entró en mí! ¡Entro los cielos! ¡Dios habló directamente conmigo! Me salvo enseguida, el entro en mi carne, en mi sangre en mis venas, yo quede transformado enseguida, en aquella noche, ¡Nunca más volví atrás!
Posteriormente por cuatro años fui desahuciado del corazón por los médicos, en una cierta ocasión, la última vez que yo estuve con los médicos, él me dice:
“Si quieres vivir más tiempo, tenemos que hacer una cirugía en tu corazón, poner un marca paso y poner tres puntos en la vena”
Yo me levante frente al médico y le dije:
-“Doctor cuando yo acepte a Jesús como mi salvador, yo acepte a un amigo, si él me quiere curar él me cura, ¡Él es mi amigo! Y si él no me quiere curar, yo voy para la gloria, pero yo no me hago cirugía y ni permito a nadie para que me haga una cirugía”
-Muy bien señor Adao, ¡Usted está condenado a un infarto!
-No tengo miedo del infarto.
Luego de ocho días ¡Sufrí un infarto! Estaba en el patio de mi casa, cuando sentí aquella punzada en mi corazón, ¡Aquel ardor terrible! que no hay nadie que resista, ¡Un infarto!, y caí agonizando, me corto la respiración, la visión, no pude ver más nada, caí en el suelo, y mi espíritu se retiró de mi cuerpo, comencé a contemplar los cielos, la gloria del Señor ¡Jesús en los cielos! en mis sentidos porque yo siempre estaba con mis sentidos ligados a Jesús y yo decía en mis sentidos, en mis pensamientos:
¡Jesús no me dejes morir! ¡Sálvame de la muerte! ¿Por qué es que yo estoy sufriendo esos dolores terribles?
Quede alrededor de mi cuerpo, ¡Despierto fuera de mi cuerpo! Oía bien lejos, bien distante la voz de las personas; mi esposa había llamado a la ambulancia, me llevó para el hospital militar, me pusieron en una cama me pusieron suero, y estaba a mi costado mi esposa, y los médicos se reunieron y trataron mi causa, ahí un poco Jesús hablo con mi esposa: “¡Vaya a orar!” Mi esposa se fue al cuarto de baño y allí se tiró al suelo y comenzó a clamar, al Señor...
Dios hablo directamente con ella:
"Mi sierva ¡Queda en mi paz!
¡Mi siervo no va a morir!
Va a pasar por el valle de la muerte
¡Queda en mi paz!
Ella salió de allí ¡Llorando de alegría! Del encuentro de la gloria de Dios.
Vino a donde yo estaba y llamó a los doctores, ellos vinieron me examinaron, tenía las venas rotas, el corazón explotó, dándome derrame interno, y los doctores dijeron: ¡Ha muerto! Y mi esposa discutió con ellos, diciéndoles que yo no estaba muerto
-“Señora, ¡Ya está muerto! ¡Ya explotó su corazón!” ¡Ella insistía con ellos!
“¡La señora está loca! No ve que ya está muerto, ¡Le ha dado un derrame!”
- ¡No! ¡Él no va a morir! ¡Dios hablo conmigo! por eso yo estoy llorando de alegría, de gloria porque ¡Dios tuvo un encuentro conmigo ahora! el Señor me hablo "que No va a morir"
Allí los doctores dijeron:
- “Tenemos más recursos vamos a llevar para la unidad de cuidados intensivos”
Me pusieron en una ambulancia y me llevaron al Hospital Libertadores en Santa María, a esas alturas ya habían mandado llamar al pastor para orar por mí. Los doctores me pusieron unos aparatos, más los aparatos no funcionaron, yo estaba muerto...
...en esos momentos llegó el pastor y oro contrario, oro ¡Reprendiendo la muerte! ¡Destruyendo la muerte en mí!, él salió y yo quede allí con una sábana encima y yo comencé a contemplar el demonio de la muerte el venía por el lado oeste, por el aire, aquel monstruo terrible.
y me miró ¡Aquel monstruo terrible! la cabeza para atrás un manto negro, la cara deformada, los ojos dos bolas de fuego, la boca retorcida, con dientes como de vampiro, nariz como un gancho, brazos esqueletizados, las uñas eran como fuego, una hoz en la mano de aquella muerte todo para abajo era una nube negra de tinieblas, y se bajó para el piso de la unidad de cuidados intensivos y quedo todo negro el piso y comenzó a arrastrase y cogió la cama, cuando cogió mis pies yo sentí el hielo de la muerte...
¡Sentía el dolor de la muerte! (El hielo de la muerte es tres o cuatro veces peor que el hielo de la heladera) y fue lentamente porque la muerte no viene completa ella viene lentamente, y fue tapandome de negro, cama y cuerpo y todo...
Jesús me llamó por mi nombre y me dijo:
Quede de pie, a la izquierda de mi cama, estaba un ser de blanco que yo no vi su rostro, el piso de la unidad de cuidados intensivos ¡Era de pura gloria! ¡Puro oro cristal! ...y JESÚS me dijo:
¡VEN CONMIGO!
¡Visiblemente la muerte viniendo!
Y yo comencé a gritar en mi espíritu para Jesús salvarme de la muerte, ¿Por qué la muerte me iba a llevar si yo soy salvo en Jesús? y el vino como a una distancia de 10 metros de mí, en el aire...
En cuanto mi esposa debatía con los médicos por mi cuerpo, Jesús descendía de los cielos
¡COMO UN RAYO DE LUZ!
¡Y UNA NUBE DE GLORIA!
¡Destruye la muerte Adao!
Yo le decía en mi pensamiento que no tenía fuerzas, no tenía poder para tocar la muerte, Jesús me dijo por tercera vez: -¡Yo te estoy mandando! ¡Destruye la muerte Adao!
Entonces vi que salía fuego de mis dedos, y aquel fuego derretía al monstruo de la muerte, se desmayó se derritió como cera... yo quede libre de la muerte
Vi mi cuerpo echado, pensé:
“Más ¿cómo? ¡Soy dos! mi cuerpo está echado y yo estoy de pie”
Mire para Jesús, me mire desde los pies
Mire para Jesús mi cuerpo era igual al de Jesús,
¡Yo estaba en un cuerpo de gloria!
¡Todo un cuerpo de gloria!
De un paso pase a estar ¡En la nube de gloria!
Jesús dobló para el lado del sur y yo le seguía, Jesús paro, y yo también, Jesús volteo y me dijo:
Salimos y fuimos descendiendo, se fue oscureciendo, y quedando difícil, y cada vez el camino era peor, era un camino largo, bien distante de la tierra...hasta que el Señor JESÚS llegó a un enorme portón, y tocó con sus dedos, ¡Y se abrió el infierno! ¡Me espanté! Al ver un enorme demonio, deformado, cabeza de caballo, dientes como de vampiro, ojos y boca de fuego, todo cubierto de espinas, pies redondos como casco de caballos...
Brazos negros, uñas negras como fuego, manos esqueletizadas.
Y lo que más me preocupo en la entrada del infierno, fue "los hombres monstruos", millares de hombres monstruos que estaban en la entrada, bien destacados, grandotes, y yo pensé así: ¡Ha estos son pastores que se desviaron y vinieron para el infierno! Los cuerpos lacerados, cabeza de oso, cabeza de tigre, cabeza de león, de pez...
Más, no era lo que yo pensé, Jesús me esclareció:
“No, esos que tú ves como monstruos, son los que blasfemaron contra mi espíritu...
..Y cuántos blasfemaren serán transformados en monstruos aquí en el infierno”
Y allí yo comencé a oír ¡Los gritos de desespero de las almas! ¡Vi los sufrimientos! las almas esqueletizadas, secas, los ojos desfigurados, y los demonios ¡En fiesta de orgía con las almas! ¡¡¡Gritos de desespero!!!
Ellas miraban para Jesús, como quien quería socorro, mas no tienen ya derecho de socorro,
Y levanté mis ojos al norte, y mire la boca de un túnel muy grande y un letrero que decía "Rey de las tinieblas",
y debajo de aquel letrero, estaba satán sentado, en una silla negra en la punta de una mesa negra, con sillas negras alrededor, y él estaba bien bravo discutiendo con otro demonio que estaba de pie al frente de él, dando órdenes para aquel demonio para que viniese a la tierra a acabar el cristianismo, dividir los creyentes...
...aquel demonio se quejaba que no tenía poder contra los creyentes aquí en la tierra, más satán seguía dando órdenes que viniese a la tierra, a acabar con los cristianos matar a ellos destruir a ellos, dividir a ellos, acabar los cultos de ellos, poner odio entre ellos, le decía:
- ¡Divide a ellos! ¡Pon división entre ellos! ¡Destrúyelos! ¡Mátalos! ¡Los matrimonios divídelos! ¡Destrúyelos!
Y este demonio se quejaba de que no tenía poder diciendo:
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor,
y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios,
para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo."
Efesios 6:10,11
Satán le dice:
Yo mire para Jesús y dije:
Allí yo estaba mirando ¡Aquel horror! de allí levante mis ojos para el lado norte, y Satán dio un grito, un estruendo en aquella mesa, y convoco a reunión con los demonios, comenzó a aparecer todo tipo de demonios comandantes, y cuando llegaron todos los demonios, satán dice:
Esta reunión que yo convoqué es para tratar asuntos de tecnología en la tierra, cómo acabar con el cristianismo en la tierra, ¡Ellos están aumentando!, ¡Ellos están creciendo! ¡Y nosotros tenemos que pararlos! ¡Nosotros tenemos que disminuirlos! ¡Tenemos que acabar con ellos!
Y se levantó el demonio “cierra camino” y dice:
Y también conjuntamente con otro demonio bien grande comandante, él dice: Hemos conseguido también parar a los cristianos en la tierra, de dar sus diezmos, de dar sus ofrendas, de dar sus votos, tengo "cerrada las puertas de empleos" para ellos, y ellos sin dinero, ellos no pueden andar, ellos no pueden crecer, ¡Ellos tiene que parar!...
Si esa es tu situación
¡No te rindas humíllate ante Dios!
¡Clama a ÉL!
¡Y ÉL te responderá!
y con el TODO PODEROSO
¡¡¡VENCERÁS!!!
...Y se levantó “paloma gira”, que es un grande demonio comandante, y dice: Satán yo comando en la tierra, "las drogas", "el alcohol" y "el sexo" y he tenido grande éxito, y tengo derrumbado grandes líderes pentecostales en la tierra, a través del sexo y alcohol y he presentado las almas aquí satán...
*Deja que Cristo rompa las ataduras que los demonios han puesto en tu vida entrégale tu vida a él.*
...Se levantó otro demonio “calavera de la medianoche” un grande comandante, y dice: - Satán yo tengo grande éxito en la tierra y he matado personas de toda edad, "de accidente", "he mandado quitarse la vida" Personas que se matan, es el demonio de la calavera que manda matarse, y todo tipo de crímenes, asaltos, él comanda en la tierra.
...De ahí se levantó el demonio de la
“medianoche” y dice:
De allí se levantó un demonio “Vira-mundo” y dice:
Otra cosa que yo vi en el infierno, que los demonios hablaron allá en la reunión:
con los creyentes fanáticos”
Ellos decían: “De esos tenemos miedo, tenemos que huir de ellos, no podemos ni llegar cerca de ellos”
Esta es una alerta para los creyentes que dejan de orar.
Y entonces levanté mis ojos a la izquierda, la zona oeste y mire un pozo terrible donde hay inmundicia, podredumbre, y millares y millares de almas, las almas cayendo en medio, los demonios serpientes envolviendolos a alta velocidad, y las almas cayendo en medio del pozo,
¡Millares de alma que caía en medio de ellos! ellos decían a las almas:
Amiga, hiciste bien en venir para acá, fuiste fornicario en la tierra, desobedeciste a tu Dios allá, aquí tú vas a sufrir como nosotros”
Y lanzaban fuego por en medio de los cabellos de las almas y ellas se ponían a gritar en desespero de dolor...
... y ellos forzaban a las almas a comer aquella pudrición, y las almas no querían comer, más allá nadie se gobierna en el infierno…
Una fila de demonios esperan para ir aprisionando, encadenando las almas, en los abismos, allá están las almas aprisionadas y encadenadas, corazón abierto en medio, ojos arrancados, ¡Todo sufrimiento! cabeza aplastada, todo sufrimiento, allá hay almas sufriendo de todas las formas;
Pregunte a algunos:
- Yo estaba en la iglesia y no era obediente a Jesús y vine para acá.
Entonces veía aquella fila de demonios "encadenando a las almas", y otra fila de demonios "que iban tomando sus nombres", a aquellas almas que iban cayendo allí, les preguntaban ¿cuál era el nombre que tenías en la tierra? y lo demonios salían para la tierra, procurando cuerpos de personas, para entrar, mintiendo que es fulano, que es mengano, en cuanto que él está allá amarrado, ¡Encadenado en los infiernos! y estos oídos oyeron y vieron, ¡Quien va para el infierno de allá no vuelve más!, son los demonios que vienen en forma de la persona, mintiendo.
Y quién va para los cielos de la misma forma no vuelve también a incorporar en el cuerpo de nadie.
De allí yo levanté mis ojos a la izquierda allá en la zona oeste, y vi las galerías infernales, entre en pánico, ¡Tremendas galerías infernales! ¡Llenas de cuerpos, de personas en sangre, en lágrimas, en sudor, en fuego! Que se levanta de abajo para encima de las galerías, aquel fuego ruge como León, el fuego del infierno no es igual al de la tierra, el fuego del infierno es rojo, como sangre, va quemando aquellos cuerpos, ¡Algo terrible!
De allí Jesús siguió conmigo, en dirección del Sur, andamos un poco Jesús paró, si miramos para el lado oeste, y Jesús me mostró el pozo del abismo, mire para abajo, muy profundo, es distante,
De allí miré para encima, había una pared liza, y en la punta del pináculo de aquella pared, desembocaba a un peñasco, allá encima de aquel peñasco había un gramado muy lindo, no había nadie en aquel gramado, mire de vuelta para abajo, luego de un poco mire para encima, ya estaba lleno de gente allá encima, todos de vestiduras blancas, solo que las vestiduras eran sucias, salpicadas y bien al filo del peñasco y yo quedé preocupado pensando: “Van a caerse aquellas personas”
Vi bien… comenzó a llegar millares y millares de personas, allá encima de aquel gramado, de allí un poco paso un tremendo demonio como un dragón, dientes de vampiro, ojos de fuego, boca de fuego, y aterrizo allá encima del gramado, miraba para la cara de las personas y daba terribles carcajadas, y aquellas personas se pusieron en pánico, a gritar en desespero
y él comenzó a empujar para abajo a las personas, mas ellos no querían caer, caían con los pies y las manos erguidas para arriba, porque era terrible mirar para abajo, ellos caían de costado,
y los demonios empujando a ellos para adentro, de vestiduras blancas solo que sucias, y salpicadas
Son aquellos que dicen en la tierra: ¡Un poquito no hace daño! ¡Jesús solo quiere el corazón! ¡Y ensuciaron las vestiduras espirituales!
Y él derrumbaba sin misericordia a las almas dentro del pozo del abismo, ¡Yo lo vi derrumbando!
No hay nadie en el lago de fuego, está vacío, cabe todo el globo terrestre dentro del lago de fuego, y más otro mundo si hubiera, los demonios andan bien lejos del lago de fuego, ni ellos pueden llegar cerca porque las temperaturas son terribles, de fuego y azufre, peor mil veces que aquel infierno, las calorías del infierno es terrible, ¡Millares de veces más!
De allí con Jesús seguimos caminando ya para salir fuera del infierno, subí por otro camino, andamos un poco Jesús paro, me mostró donde estaba el seno de Abraham, es como un paraíso, un jardín, y tiene una división como, un arco iris allá los demonios no entran, ni en la división llegan cerca, está reservado, porque estaba el seno de Abraham, cuando Jesús dio un grito, en la cruz del calvario...
...Jesús los llevó para la Gloria, están en la gloria...
...De allí subí con Jesús, andamos un poco y él paró, me mostró el lugar donde Jesús derrotó a satán; ellos estaban en los infiernos en fiesta, porque habían matado a Jesús, cuando Jesús dio un grito en la cruz y descendió a los infiernos
“Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró”
Marcos 15:37
Cuando clareó la gloria de Dios en los infiernos los demonios huyeron, dejaron a satán solo...
...y Jesús llamó a satán a los pies de él, y él no quería venir, y él se arrastró como un monstruo, como un dragón y vino a los pies de Jesús.
Y Jesús le mando a extender la cabeza, y puso el pie en la cabeza de satán y dijo:
“¡SE ME HA DADO TODO PODER !
¡EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA!”
Y le quitó la llave de la muerte, y del infierno a satán...
En el capítulo 1, versículo 18 del libro de Apocalipsis el Señor Jesús le dice a Juan :
“…No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas."
Apocalipsis 1:17 b,18,19
...De allí Jesús subió conmigo por otra calle, encima de la que nosotros entramos al infierno, y fuimos andando, fuimos subiendo,...
...muy difíciles entradas, pasajes, con tranqueras, y los demonios en el camino, más ellos abrían para que pasemos Jesús y yo, y fuimos andando, fue disminuyendo el rumor, fue cesando el rumor del infierno, y fuimos subiendo, hasta que llegamos en una puerta, estrechisima, como de plata y cristal, cuando entramos a aquella tierra, le dije a JESÚS:
“Yo quiero quedarme aquí,
Qué agradable sería poder quedarme aquí.
¡Era una tierra de gloria!
¡Las flores!
Los frutos ¡Como oro!
Los pastos ¡Llenos de vida!
No es igual a los pastos de este mundo ¡Cosa más linda! La hermosura de aquella tierra.
Contemple que no tiene fin aquella tierra
¡Es pura gloria!
Aquel río que sale de aquel jardín, de aquella plaza,
aquella agua cristalina que brilla como cristal,
y corta aquella tierra feliz de gloria,
¡No se ve el final!
Mire hacia la zona del norte contemple aquella “Ciudad puro oro y cristal”
Las calles de oro y cristal, los muros de oro y cristal, de jaspe,
Las casas los palacios de puro oro y cristal…
Esta vació, no hay nadie, está ¡Todo listo! Más no tiene fin de tantas casas… ¡Está todo listo! aguardando la llegada de sus moradores, que Jesús fue para preparar lugar.
“En la casa de mi Padre muchas mansiones hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros" Juan 14:2
¡Pura gloria! ¡Resplandece gloria!
¡Fulgura gloria!
¡Aleluya!
¡Cosa más linda!
No da voluntad de salir de allí, yo le decía al Señor:
“Yo quiero quedar aquí”
¡Qué bueno es estar aquí!
Jesús no me decía nada, seguía conmigo caminando, yo insistiendo con Jesús, sintiendo aquel aire,
¡PURA VIDA!
¡Es un sueño de gloria estar allí!
¡Un descanso!
¡Un paraíso de gloria!
Fuimos andando y andando y de pronto Jesús voló para arriba ¡Con una rapidez tan perfecta! y yo al lado de Jesús, ¡Tan rápido! La velocidad y la rapidez de Dios, la perfección de la rapidez de Dios no tienen con que comparar
No vi por donde pase, yo me encontraba frente al trono de gloria de Jesús en los cielos, contemplando “la gloria de los cielos”,
Vi a Jesús sentado en su silla de oro fino, a la derecha del Padre, en su perfección de gloria, su cuerpo perfilado, sus manos de gloria, su mirar de misericordia, su amor, su perfección, su hermosura, es millares y millares de veces más de lo que yo puedo explicar…
¡Cuatro ángeles poderosos que están frente al trono de Jesús, aguardando órdenes!
Muchas veces Jesús habló con el Padre, por lo que yo entendí y vi allá en los cielos:
“sólo Jesús habla con el Padre”
¡Nadie más!
¡Fulgura mucha gloria del Padre! ¡No hay como mirar al Padre de la Gloria!
Jesús está atento a todo lo que acontece en la Iglesia en la tierra, ¡Él está viendo! ¡Está atento a todo! ¡Viendo!
Vi y escuche gritos de la iglesia que entró en los cielos, entró un grito de la iglesia que dijo:
“¡¡¡Socórreme Jesús!!!”
…aquel ángel descendió ¡Con todo el poder de su gloria! Con espada de oro, con espada de fuego y batalló en los aires con los dragones, con los demonios que están extendidos en los aires, ¡Atacando las oraciones de los santos!
¡Las oraciones suben como bolitas de oro!
Los dragones las agarran con las manos, atacan con sus garras,
....ellas se escapan por en medio de las garras del dragón y entra en los cielos,
Ahí se oye ¡¡¡Un grito de la iglesia en los cielos!!!
Era tremenda hermanos la gloria de aquel ángel que descendió a la tierra ¡Aleluya!
De allí yo mire a la izquierda y mire la puerta de los cielos, como un trono blanco de gloria, está un grande ángel en la puerta del cielo con un grande libro, en su mano derecha una grande lapicero de puro oro, aquel ángel mayor con cuerpo de gloria, están llegando santos a los cielos, y el confirma los nombres de los santos…
…allí levanta la mano mostrando para Jesús al santo. De la puerta de los cielos hasta el trono de Jesús, tiene una calle de oro y cristal, en los lados de la calle, hay unas filas de ángeles, no muy altos son pequeños, están a los lados de la calzada de oro...
...los santos entran en la calzada de oro para ir al trono de Jesús, cuando él mira para Jesús, ¡Él quiere correr al encuentro de Jesús! ¡Él no resiste la mirada del Señor! ¡El amor de Jesús! ¡La bondad de Jesús! ¡El cariño de Jesús! ¡La mansedumbre de Jesús! ¡La hermosura de Jesús!
¡Ellos quieren correr al encuentro de Jesús!
¡No miran para los ángeles!
Entonces los santos pasan, los ángeles se inclinan reverenciando al santo que va a pasar, y entrando en los cielos.
Aquí en la tierra nosotros decimos "creyentes", más allá en los cielos ellos no dicen creyentes, ellos dicen ¡Santos!
"...Y cuando el santo llega frente a JESÚS, él se levanta de su trono, le pasa su brazo izquierdo por encima del hombro y le dice: “Fuiste fiel en lo poco,
en lo mucho te pondré"
"¡ENTRA EN EL GOZO DEL SEÑOR!”
Y los ángeles se le unen en grande fiesta y hay regocijo en los cielos.
Y se abrió una puerta de oro y cristal, en la zona norte. ¡Oh gloria!
Tocando arpas, ¡Alabanzas!
Mire la mesa de las Bodas del Cordero
¡No tiene fin! De puro oro fino, los ángeles bordando, con hilos de oro, la ciencia de la tierra, no tiene capacidad de hacer un punto de aquellos “bordados” ¡Bellísimos! Está todo listo.
¡Hay fiesta alrededor de la mesa de la Bodas del Cordero, esperando la iglesia!
Hay grande expectativa en los cielos ¡Aguardando la Iglesia!
Más la gloria, donde están los santos,
¡El Paraíso de descanso!
¡El poderío de Gloria!
¡De Luz!
¡¡¡Oh Gloria!!!
Hermanos, yo no tengo condiciones de explicarles en la carne, en lo físico, porque es millares de veces más de lo que yo pueda hablar, no tengo sabiduría para explicar.
Vi santos que llegaron a la puerta de los cielos que se decían santos ¡Que no pudieron entrar en los cielos! Barbudos, cabelludos más sus nombres no estaban en el Libro de la Vida; ellos eran amarrados de manos y pies, y lanzados en las tinieblas exteriores, ¡Era grande el grito de misericordia que pedían para el ángel! Más no tenía más misericordia.
Santas que llegaban a los cielos, un ángel mandaba, volverse de espaldas para ellos, y ellos median (allá en los cielos al cabello de las hermanas ellos le dicen “velo”) un ángel media con su mano el “VELO” de las hermanas y él siente cuando falta, ellos preguntaban ¿Qué hiciste con tu VELO? Ellas decían: Yo lo corte, y ¿Qué más hiciste? Yo pedí misericordia, yo pedí perdón, ¿Qué más tú hiciste? ¡Yo nunca más corte! Entonces tenía el perdón del Señor y entraba en los cielos.
Otro ángel preguntaba para otra hermana de su “velo”, ella decía que se lo había cortado,
y él preguntaba ¿Qué más hiciste? ¿Pediste perdón? Ella decía que se lo había cortado, de nuevo y no pidió más perdón porque tenía vergüenza.
El ángel llamaba a otro ángel y este la amarraba de manos y pies, y lanzaba a las tinieblas exteriores, y ella se tiraba a los pies del ángel, empezaba a gritar por misericordia, pedía para que se le perdonará y tuvieran misericordia de ella, ¡Insistía con el ángel!
Un ángel mandaba abrir las gavetas de oro y cogía “sus velos cortados” y mostraba para ella y veía sus cabellos transformados en “oro” allá en las gavetas de los cielos, ella ponía su mano en el rostro, no podían contemplar y daban ¡¡¡Un grito!!! Y se tiraban al suelo y era lanzada con las manos y pies amarradas a las tinieblas, ¡Era terrible el clamor de los santos que no pudieron entrar en el reino de los cielos!
¡¡¡Todo tu cuerpo es templo de Dios!!!
En el velo de las santas está la honra del poder de Dios, está la gloria de Dios, está el poder de Dios
¡Ni un hilo de cabello nuestro se pierde aquí en la tierra!
Si una hermana pierden hebras de su cabello, tomando baño, un ángel va y los recoge y es transformado en gloria allá en los cielos (en lo espiritual),
¡Si no obedece la doctrina de la Biblia no tiene salvación!
Inclusive si Jesús arrebatase algún creyente ahora, cuando él iba subiendo, él iba a observar que algunos están volviendo y él va a preguntar al ángel que lo va llevando ¿Y estos que están volviendo? y él le va a decir: ¡Estos son los que no pudieron entrar al Reino de Dios!
Porque van todos hasta la puerta de los cielos, ¡Van los salvos que van a quedar! Y van los que no son salvos, van los perdidos, Para ellos ¡Ver y oír lo que ellos perdieron!..."
¡¡¡Hermana niégate a ti misma!!!
¡¡¡Hermano niégate a ti mismo!!!
Basta de hacer tu voluntad
Sométete a la voluntad de Dios
Basta de hacer tu voluntad
Sométete a la voluntad de Dios
¡SANTIFICA TODO TU SER A DIOS!
No descuides una SALVACIÓN TAN GRANDE
1 Tesalonicenses 5:23
1 Tesalonicenses 5:23
"...Allí yo estaba contemplando...y Jesús se levantó de su trono, fue hasta unos ángeles de allí fue donde el Padre y vino hacía mí y me dice: “Yo soy misericordia, yo soy amor” y luego me dice: Mira a mi “Iglesia en la tierra”, y abrió una puerta de los cielos para ver la iglesia:
Vi el mundo, lleno de tinieblas, ¡Oscuro! Negro de tinieblas, y en medio de aquellas tinieblas, brillaban lucecitas, ¡Millares y millares de lucecitas esparcidas por todo el globo terrestre!
Y Jesús fue tornando en claridad aquellas tinieblas, y aquellas lucecitas eran los creyentes aquí en la tierra, eran los santos que están en la tierra, ¡Los santos en medio de las tinieblas!
Eran muchos creyentes en la tierra, yo vi a ellos con los brazos erguidos a los cielos, llorando, clamando, de rodillas.
No vi casa de nadie, no vi iglesia de madera, de algún material, solo vi los creyentes, "los santos", que dicen en los cielos, más el globo terrestre está minado, ¡De tantos santos en la tierra!
Jesús retiró la iglesia de mi frente, y me dice: “Yo soy misericordia, si yo me quedase contigo ahora aquí, yo no voy obrar en misericordia, con mi iglesia que me está pidiendo, tu regreso”, ahí Jesús me dice: "Ve a tu esposa y tus hijos"
Yo vi a mi esposa en mi casa, sentada en una silla, en la sala, llorando, y mis hijos alrededor de ella, los vi llorando, para mí no tenía valor ese lloro porque no sentía más aquel sentimiento de la tierra, ¡Estaba feliz en la gloria! ¡Estaba en un sueño de gloria!
Allí Jesús abrió otra puerta, a mi izquierda y me dice: "Ve el mundo sin mi iglesia"
Cuando yo mire la tierra, retiré la mirada, no resistía mirar, Jesús me ordenó: ¡Mira, que yo te estoy ordenando! Y yo quedé mirando, los aires en humo, la gente corriendo de un lado para otro como desesperados, los animales corriendo en los campos gritando desesperados, las plantas estaban todas secas, negras, ¡Era terrible!
Las personas de todas las edades corrían, los esposos se tiraban de bruces en las calles, y golpeaban con las manos en el piso, y levantaban sus puños para arriba gritaban, metían las manos en los cabellos, los arrancaban, mazos de cabellos,
la sangre corría por las calles, las redes eléctricas incendiándose, transformándose en fuego, los animales desesperados muriendo todos negros,
Las palomas en los aires cruzándose de un lado para otro, un rumor, un estruendo en la tierra, las montañas destruidas, ¡Era cosa terrible de mirar! Los edificios, las grandes metrópolis en la tierra eran barridos, volaban por los aires, las personas desaparecían en los aires, por aquellos tremendos terremotos, ¡Era terrible! ¡No quería mirar más tenía que mirar!
Las construcciones en la tierra, destruidas, las embarcaciones en el mar, el mar se revolvía los barcos se hundían, ¡Llenos de gente desaparecían! Dentro del mar, los aviones en el aire caían en pedazos, las personas se caían y desaparecían en medio de aquellos terremotos, desaparecían en los aires, ¡Tremendos terremotos en la tierra! Era la cosa más horrible hermanos, de mirar, como dice en Isaías “…que la tierra se tambaleaba como un ebrio” entonces no quería ver el desespero, el clamor, la gente golpeándose unos a otros,
¡ERA DESTRUCCIÓN TOTAL EN LA TIERRA!
Y Jesús me sacó el mundo de delante de mí, y me dice: "Ahora tú vuelve para la tierra, avisa, y da testimonio de todo lo que tu viste, y oíste, ¡Avisa a mis santos en la tierra, QUE YO ESTOY ARREBATANDO MI IGLESIA"
Y me dice: "Cuando usted hable en la tierra este testimonio, muchos no van a creer, ¡Más muchos van a creer! Usted hable, diga, ¡De testimonio! Porque los que creen serán bienaventurados, y los que no creen, no serán conmigo" ¡Serán bienaventurados, el ministerio que te aceptaré en la tierra!
¡Mira mis manos!
Allí Jesús me mostró sus manos, yo vi donde pusieron los clavos a Jesús, en los puños de Jesús
Yo no quería volver a la tierra, y Jesús me dice: ¡Ahora tu vuelves para la tierra!, y yo dije: ¡No quiero! Pero no pude completar la frase, solo dije ¡No...! Y Jesús me traslado, de los cielos con una rapidez perfecta que yo no vi por donde fui ¡Fue tan rápido! Descendí en el mismo lugar, descendí en un cuerpo de gloria...
...el piso estaba de oro como cristal ¡Pura gloria! Inclusive, nuestros ojos carnales no pueden ver la gloria, los hombres no pueden ver físicamente la gloria de Dios, ¡No resisten! Yo fui directo a mi cuerpo, caminando en un cuerpo de gloria, mas, caminando sobre oro y cristal, porque el Ser de gloria, a donde desciende, nada resiste la gloria, nada resiste, un piso se transforma en gloria, fui caminando en esa gloria y llegue al costado de mi cama, me pare allí, estaba mi cuerpo físico acostado, mire para mi cuerpo y me desaparecí en mi cuerpo, y me desperté ¡Helado de frío!
Y le hable a una enfermera que estaba a mi costado, le dije me da una manta porque estoy helado de frío, y ella corrió y me miró desde la puerta, y me dice: Esta usted bien Señor Adao, yo le dije Me pone una cubierta porque yo estoy helado de frío, y ella llamó a tres doctores, más una enfermera, y los doctores vinieron y me vieron y ellos comenzaron a llorar, ellos no resistían mi mirar, y comenzaron a llorar y temblar...
Yo seguía pidiendo una cubierta para mi cuerpo porque estaba helado de frío, y les decía que estaba bien, que no tenía nada, uno vino y me puso una cubierta, y los otros enfermos que estaban allí desahuciados, comenzaron a levantarse, con suero y sangre, comenzaron a agarrarse de las paredes y vinieron caminando a mirarme, ¡Se levantaron de sus camas! ¡Jesús curó a todos! ¡Me curó a mí y a ellos! Allí éramos nueve, (Unidad de cuidados intensivos) ¡Fue cosa tremenda!
Yo seguía pidiendo una cubierta para mi cuerpo porque estaba helado de frío, y les decía que estaba bien, que no tenía nada, uno vino y me puso una cubierta, y los otros enfermos que estaban allí desahuciados, comenzaron a levantarse, con suero y sangre, comenzaron a agarrarse de las paredes y vinieron caminando a mirarme, ¡Se levantaron de sus camas! ¡Jesús curó a todos! ¡Me curó a mí y a ellos! Allí éramos nueve, (Unidad de cuidados intensivos) ¡Fue cosa tremenda!
Entonces comenzó el rumor en el hospital, las llamadas de los médicos, para el hospital para el director, fue una alarma, ¡Alarmo Dios aquella ciudad! ¡Jesús desafío la ciencia!
Mi esposa se comunicó con los doctores y ellos le dicen: ¡Corra Nancy! ¡Corra aquí! Aconteció una cosa que ha ¡Remecido el hospital! ella dice: ¡Yo ya sé! ¡Mi esposo resucitó! ¡Más cómo es que la señora sabe! ¡Jesús ya me mostró! Ahí ella fue allá, cuando llegó, los médicos le permitieron entrar a ella allí donde yo estaba, yo mostré para ella mis manos, los dedos de mis pies, y dije para ella: Mira mis labios, mis ojos están oscuros, como una mancha, (la mancha de la muerte duró tres meses para salir de mi cuerpo, la boca, los labios, los ojos, las uñas) yo quede ocho días para recuperar el físico, el cuerpo físico, a los ocho días llegó el doctor y me dice: Hoy vamos a darle de alta, pero antes vamos a hacerle una entrevista, usted va a contar todo lo que vio, y oyó, ahí fui para la entrevista con ellos, tres periodistas y una secretaria, allí él me dice: Todo lo que le voy a preguntar a usted, va a quedar por escrito en este hospital, usted va a hablar y la secretaria va a escribir aquí, ahí el me preguntó mi nombre, preguntó quién yo era, yo le dije que creyente, de las Asambleas de Dios, preguntó el nombre de mis padres, de mi madre, y allí me dice: “El señor ¿Sabe que sufrió un infarto?” y yo le dije al doctor: Mire yo no sé si fue un infarto, yo sentí un ardor terrible, era como si me arrancaran el corazón del pecho, un ardor terrible, que cortó mi respiración, me corto la visión, no mire más, caí agonizando, él dice: - Usted sufrió un infarto, agudo, total y fatal, muerte instantánea, un infarto más rápido que un balazo calibre 38 en el corazón y ¡Ocurrió un misterio! ¡Usted tiene un corazón trasplantado y tres coronarias!
un trasplante misterioso, yo quiero que usted cuente ¿Cómo es que aconteció eso?
Y yo le dije: Mas yo no le dije doctor que yo no quería que me hicieran una cirugía, ¿Cómo es que él Señor me hizo esa cirugía? Entonces él me dice: Abre tu camisa y mira tú pecho, ¿Está cortado tu pecho? Para hacerte una cirugía tengo que cortarte tu pecho. Entonces yo dije: Ha ya sé, cuándo Jesús me arrebato, de UCI, descendieron dos ángeles del cielo, con unas bandejas de oro, llevando bisturíes de oro, y fueron ellos los que hicieron esa cirugía en mi corazón.
Allí ellos quedaron ¡Asombrados! Allí ellos colocaron unos aparatos en mi corazón, y me mostraron mi corazón funcionando, en una pantalla de televisión, y me dicen: ¡Mire Adao!
Los médicos quedaron asombrados, doblaron sus rodillas, aceptando a Jesús como su salvador, y un periodista que me estaba entrevistando también, aceptó a Jesús en lágrimas,
Más lo principal que yo quiero avisar a los cristianos, a los creyentes, que tomen cuidado, que sean sinceros con Jesús, es una alerta, porque Dios está mandando para mí que de testimonio en la tierra ¡Rápido! ¡Para que se escapen en cuánto hay tiempo! Para que sean salvos en Jesús ¡Soló Jesús y la Biblia que puede salvar! entonces ¡Alerta hermanos! ¡Cuidado! ¡Jesús está volviendo a arrebatar la iglesia! Que Dios bendiga con estas palabras en nombre de Jesús
(Este testimonio sucedió en el año de 1980 actualmente el siervo de Dios vive lleno de días, para la gloria de Dios con su corazón trasplantado ¡Dios desafió la ciencia para mostrar su poder y gloria! Supe de este testimonio el año 1992, marcó mucho mi caminar con el Señor, por ello vivo agradecida a mi Señor, también le debía esta traducción, para que muchas más personas de habla hispana sepan todo lo que el Señor ha revelado y su inmenso poder)
¡Dios les bendiga!
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