Enterrado vivo, el pastor Juan de Dios, tiene un experiencia maravillosa: Un encuentro con el Señor Jesús, y su grandiosa misericordia:
"...Nunca había llorado como aquel día, de tanto llorar en aquel momento, me puse a pensar y dije ¿Dónde estoy?
"...Nunca había llorado como aquel día, de tanto llorar en aquel momento, me puse a pensar y dije ¿Dónde estoy?
Con mis
dos manos hacía arriba no podía hacer nada, pude girar levemente mi cabeza y
logre ver un orificio pequeño como del grosor de un dedo,
por el cual ingresaba una luz pequeñita que me daba ¡Esperanza!
Al ver esa luz yo dije dentro de mi ser "No estoy de noche, estoy de día...
¡Ahora puedo
llamar! en estos instantes tendré que pedir auxilio, porque mañana no podré
hacerlo, me debilitare, estaré cansado, si pido auxilio me ayudarán, continuaba llorando así pensé que podría decirles: “en el banco tengo diez mil soles, por favor alguien me puede
sacar, ¡Auxilio! ¡Tengo un carro, sáquenme de aquí, se lo regalaré!" y lo
tercero que pensé era si tenía que hablar en castellano o en quechua (*), casi no
podía hablar de tanto llorar,
Seguía llorando y no sabía ¿A
quién pedir auxilio? y de alguna
manera tenía que pedir auxilio, pero recapacitaba y decía: "Pero ¿Qué voy a dar?
Pero ciertamente ¿Qué recompensa voy a
dar yo si me rescatan? ¡Si no
tengo nada!"
Pensando así escuche
una voz audible
que hablaba junto a mis oídos,
me dijo: ¡AYUNO!
una voz audible
que hablaba junto a mis oídos,
me dijo: ¡AYUNO!
Aquella voz, una sola palabra me dijo: ¡Ayuno!
Y entonces me
puse a pensar
que nuestro Señor Jesucristo
ayuno 40 días.
Al igual que nuestro Señor Jesucristo, entonces dije: Estará Dios pidiéndome ayuno.
¡Es bueno ayunar!
Así ayunando me moriré,
y mi espíritu se irá al cielo
No pude ni siquiera pedir
auxilio, por lo cual si yo hubiera pedido auxilio diciendo: "Tengo dinero..." me hubiera convertido en un "mentiroso" y nuestro Señor Jesucristo no me hubiera sacado de allí sino
que en esta hora ya me hubiera podrido en ese lugar y la palabra de
Dios dice que "LOS MENTIROSOS no heredarán el Reino de los Cielos"
Con las manos hacía arriba, así entre al ayuno, descalzo solamente con medias, así de pie porque no podía
moverme,
¡Así ingrese al ayuno!
Primero por sobre todas las cosas cante una alabanza,
y en aquel hueco cante esta alabanza:
“De mi Señor su
casa,
Esa es mi casa,
Ese es mi pueblo
En este mundo
pecador
soy pasajero,
¡Allí iré!”
Lloré desconsoladamente...
Así transcurrió ese tiempo en aquel lugar, mientras cantaba estas alabanzas al
¡REY DE REYES
Y SEÑOR DE SEÑORES!
Para darme
cuenta ya era tarde, en aquel momento yo le dije a Dios: "Hasta aquí he ayunado ahora, toca vigilar" pero seguía con las manos hacía arriba en
ese hueco, en aquel instante empecé a cantarle
alabanzas nuevas, de todo corazón como para mi Padre eterno y divino,
En aquel momento cuando cantaba alabanzas aún mis lágrimas
se habían secado de tanto llorar, lloraba amargamente, como nunca antes, en
aquellos momentos dije: "Hasta ahora yo he existido como cualquier ser humano, aquí
mi cuerpo se pudrirá, y mis huesos quedarán aquí amontonados para siempre, y mi
espíritu llegará hacía ti"
Y en eso trate de ver por aquel hueco para ver si era de día o
de noche, y sucedió algo extraño mientras estaba en ese lugar escuche el canto
de un ave
¡Shiguiii! ¡Shiguiii!
¡Shiguiii!
Cantó hasta tres veces,
escuche el cántico mientras alababa, yo me preguntaba ¿Qué hora será? O ya estará
amaneciendo, y volví a mirar
una vez más hasta que amaneció la luz del día.
Y en aquel hueco donde estaba enterrado, pude darme cuenta si era de día o de noche, y en aquel
momento empecé a orar, como si Jesús estuviera a mi lado, y
le dije:
"¡Ten misericordia de mí,
sé que me puedes ayudar,
te lo ruego!"
En aquel momento ya habían
transcurrido dos días de ayuno, y me dieron ganas de orinar, y así con las dos manos hacía
arriba, no pude hacer nada, ¿Qué podía hacer tenía ganas de orinar? en aquel momento
invoque en ese lugar a Jesús, y le rogué un milagro en mi vida, le dije al Señor Jesús, ¿Una de mis manos no pudieras
bajarlo señor Jesús? y ya no podía contenerme en orinar, y dije: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo"
Amén ¡Y baje mi mano!
¡Esto fue un milagro de Dios!
Si no pronunciaba el nombre de Dios,
no podía bajar mi mano. El nombre
de Cristo tiene poder para hacer milagros ¡Todo lo puedo en Cristo! dice su palabra.
Trate de mover mis pies, ¡Fue imposible! porque aquel
hueco era muy reducido, me orine en mis medias, en la profundidad de ese hueco pude darme cuenta
que este fue hecho solo para mí.
Empecé a alabar a Dios, en el estado en que me encontraba, con una mano hacia arriba
empecé a dar ¡Glorias a Dios!, y con la mano hacía abajo empecé a aplaudir. ¡Cante alabanzas como nunca lo había hecho!
Quiero decirte que si me encontraba en
esta situación era por DESOBEDIENTE; y así pasaba el
tiempo intente ver por el orificio y ya era de noche y le dije al Padre: "Hasta
aquí mi ayuno ahora empezaré la vigilia"
Había pasado tres
días, y ya no tenía lágrimas, mis lágrimas se habían agotado, de tanto llorar
con tristeza en aquel lugar, las fuerzas se me habían agotado
¡Era muy
desesperante!
Mi cuerpo
se encontraba muy debilitado, pero cada mañana podía sentir que venía una ave y
daba su trinar a cada amanecer,
¡Pichiguichigui!
¡Pichiguichigui! ¡Pichiguichigui!
¡Pichiguichigui! ¡Pichiguichigui!
Yo tenía la seguridad de que cada mañana nuestro Señor
Jesucristo enviaba aquella ave para poder despertarme
en aquel hueco,
¡A su nombre!
Yo me
encontraba ya tres días y tres noches ahí en ese hueco y vino a
mí los recuerdos desde muy niño...
...y empecé a confesar mis pecados, y
decía: "Dios en tus manos encomiendo mi vida y mi espíritu te llevaras" No decía ¡Sácame de
aquí y llévame a mi casa! yo no tenía esperanza de salir vivo de
aquel hueco, por eso así le decía a nuestro Padre
en aquel lugar. Y habían pasado cuatro días y tuve
hambre, y
recordé la comida que había en mi casa y que muchas veces comía solamente la
mitad del plato y lo demás lo dejaba ahí venían los recuerdos a mi
mente...
(Pachamanca : Comida tradicional de la parte andina del Perú)
Pero pude sentir mucho sueño,
allí pude comprender que nuestro cuerpo solo puede resistir noches y
días, de tanta debilidad, tanto llorar...
Transcurrió mucho tiempo de lo que yo me había quedado
dormido, mi estómago estaba como si hubiera comido...en eso momento me preocupe
tengo tres hijos que necesitaban ayuda, ¿Quién podría darles un pan? ¿Le darán
de comer a mis hijos? Yo pensaba de esta manera, mi esposa tiene nueve hermanos y
con ella son diez, ellos les darán siquiera ropas viejas a mis pobres
hijos, así pensaba,
Cuántos días más me encontraré en
este lugar, ¿Cuándo
me moriré? pensaba
de esa manera pero ya había anochecido, trataba de hacer algo para mover mi
cuerpo pero no podía, habían transcurrido cuatro días exactamente, en aquel
lugar donde me habían enterrado, ya los movimientos de los dedos de mi manos no
funcionaban, estaba totalmente desesperado, ya había amanecido era el quinto día,
y cada mañana aquella ave me avisaba que ya había amanecido con ese
trinar
...tanto llorar, tanta preocupación, nuestro
Padre me dio sueño y en mi sueño yo me encontraba en una mesa y comía pan y agua en
aquella mesa, mucha comida
Así estaba y me vino frió, ¡Mucho frío en mis pies! porque en ese lugar me había orinado
tres veces, por eso sentía mucho frío. Comencé a tratar de mover la punta
de mis pies, no podía realizar ningún tipo de movimiento en ese
lugar, ¡Era muy desesperante! No podía mover mis manos, ni tampoco podía
hablar, ya me había cansado de orar, ya me había cansado de alabar, me
sentía muy agotado, y dije ¿Hasta cuándo estaré vivo en este
lugar?
¡Enterrado en ese hueco podía darme
cuenta sin era de día o de noche!
Entendí que en aquellos días que había
pasado ya no podían ver mis ojos, ni tampoco llorar podía,
En aquel instante el ángel me dijo:
En aquel momento un
ángel bajo,
y me dijo:
"Hoy tu Padre te está mandando a llamar" y me dijo:
En aquel instante el ángel me dijo:
¡¡¡TU PADRE TE ESTÁ MANDANDO LLAMAR!!!"
...y eso estaba viendo con mis propios ojos en esos instantes
¡¡¡Y no lo podía creer!!!
Mi cuerpo
quedo enterrado en aquel hueco
pero mi espíritu
¡FUE LLEVADO
HACÍA EL CIELO!
¡Que maravilloso!
Y después de eso ya estaba al lado de Jesús!
Y después de eso ya estaba al lado de Jesús!
Cuándo llegue al cielo, vi a nuestro Señor Jesucristo resplandeciente.
En esos momentos, nuestro Señor, se había alejado de mí, busque a nuestro Señor Jesús, no logre encontrarlo, empecé a buscarlo en medio de las flores, pero no pude encontrarlo, entonces comencé a correr de aquí para allá, estaba desconsolado, porque me había quedado, en eso dije: ¿Dónde estás Señor Jesús? Mientras corría un ángel se me apareció, aquel ángel del Señor, no me dijo nada, y yo le seguí por detrás.
¡Dios les bendiga poderosamente!
¡En una casa de oro!
En su trono, desde donde nuestro Señor Jesucristo se levantó y me dijo:
¡VEN HIJO MÍO!
¡¡¡HIJO!!!
¡Y yo no podía hablar! En aquel momento me quede sin habla. Dos veces me pregunto: ¿De dónde has venido hijo mío? Y no podía hablar y mi espíritu se estaba desvaneciendo. No era fácil encontrarse con el Señor Jesús, era muy difícil, no podía soportar su presencia, hasta tres veces me pregunto y no podía contestarle apenas balbuceaba no podía hablar con claridad, y el Señor Jesús me dijo:
"Yo escuché tu oración
desde aquel lugar donde tú me clamaste...
¡En aquel hueco que estabas enterrando!"
Vi al Señor Jesucristo solo del hombro hacía abajo, no pude ver su rostro, solo lo vi del hombro hacia abajo el Señor me dijo de esta manera:
desde aquel lugar donde tú me clamaste...
¡En aquel hueco que estabas enterrando!"
Vi al Señor Jesucristo solo del hombro hacía abajo, no pude ver su rostro, solo lo vi del hombro hacia abajo el Señor me dijo de esta manera:
"Hijo yo te traje a este lugar
para que puedas ver
lo que hay en este lugar
lo que hay en este lugar
¡Que es maravilloso!
Y tú lo contarás"
Estando en aquel lugar pude contemplar lo más precioso, ¡El cielo!
Estaba maravillándome de la grandeza que había allá en el cielo.
Así recorrí el cielo, el Señor Jesucristo iba adelante, y yo seguía tras él, recorríamos el cielo inmenso y llegamos a un huerto, donde crecían manzanas,
Me quedaba asombrado como habían crecido en el cielo esas manzanas, y el Señor Jesucristo me dijo claramente: "Estas viendo esta plantación de manzanas, ya está listo para ser cosechada"
Le pregunte al Señor Jesucristo: ¿Para quién son estas manzanas? El Señor Jesús me dijo:
"Son para todos mis hijos"
"Son para todos mis hijos"
¡Hay manzanas en el cielo! Y yo le dije yo también vengo de la tierra Señor, puedo comer está manzana, y el Señor me dijo: "Hijo tú no puedes comer esta manzana sino ve ahora y cuenta, y cuando tu vuelvas comerás"
Por eso hoy te cuento lo que he visto, de lo que yo cara a cara converse con nuestro Señor Jesucristo en el cielo y Él me dijo:
El lugar de las casas
...llegamos a
donde se encontraban esas casas y esas casas eran de diferentes tamaños, unas iniciadas
Por eso hoy te cuento lo que he visto, de lo que yo cara a cara converse con nuestro Señor Jesucristo en el cielo y Él me dijo:
"A mí tampoco me creyeron,
a ti tampoco te van a creer"
Nuestro Señor Jesucristo vino a la tierra, he hizo grandes milagros, sano a los enfermos, sano a los paralíticos a los sordo mudos, hizo grandes milagros en esta tierra, ¿Acaso la gente le creyó? fueron pocos, nadie creyó en los milagros que en aquel tiempo Jesús hizo con los hombres, fueron pocos los que le creyeron, por eso nuestro Señor Jesucristo me dijo: "A ti tampoco te van a creer", en esta hora ¿Cuántos estarán creyendo lo que les estoy diciendo? Pero yo te estoy contando lo que hay en el reino de los cielos.El lugar de las casas
Recuerdo que nuestro Señor emprendió su
camino y así nos encontrábamos caminando junto con ángeles...
Otras recién construyéndose,
Otras terminadas,
Otras terminadas,
Y así habían varias casas, y le pregunte a nuestro Señor Jesús, ¿Por qué estas casas son de diferentes tamaños? Y el Señor Jesucristo me dijo: "Estas casas son de mis hijos que están en la tierra"
Allá en el cielo es nuestra casa, ¡Pero nosotros lo estamos haciendo! Allá en el cielo esas casas nosotros hacíamos.
Cada creyente tiene cuatro libros, un vaso...
Me llevó a mi casa y yo pensaba que mi casa ya estaba terminada me hizo llegar mi casa y mi casa no estaba completamente construida, y el Señor Jesucristo me dijo:
Allá en el cielo es nuestra casa, ¡Pero nosotros lo estamos haciendo! Allá en el cielo esas casas nosotros hacíamos.
Cada creyente tiene cuatro libros, un vaso...
"Halla en esas casas hay cuatro libros:
"LIBRO DE LA VIDA"
"LIBRO DE LA VIDA"
"LIBRO DEL
PECADO"
"LIBRO DE LAS "ASISTENCIAS"
"LIBRO DE LOS DIEZMOS Y OFRENDAS"
"LIBRO DE LAS PRIMICIAS"
UN VASO...
... Y UNA CADENA DE ORO
"Salomón revistió el interior de la casa de oro puro. Puso cadenas de oro a lo largo del frente del santuario interior, y lo revistió de oro." 1 Reyes 6:21
El Señor Jesús me dijo: "¿Tú también quieres ver tu
casa?" Sí papá, yo quiero ver.Me llevó a mi casa y yo pensaba que mi casa ya estaba terminada me hizo llegar mi casa y mi casa no estaba completamente construida, y el Señor Jesucristo me dijo:
"Tu casa estaba
construida
hasta aquí,
(Indicándole un poco más arriba del piso)
mientras te encontrabas en ese hueco realizaste oraciones y
ayunos
con eso hiciste, construiste"
Nuestras casas construiríamos solo con tres cosas importantes:
ORACIÓN,
AYUNO,
VIGILIA,
AYUNO,
VIGILIA,
CON LAS ALABANZAS
¡TECHÁBAMOS!
Y las puertas de nuestras casas
representaban a nuestras bocas.
Por eso me dijo:
Por eso hoy les digo: Todavía nos falta
construir nuestras casas en el reino de los cielos.
Hoy puedo contarles
que yo también tenía cuatro libros, y Jesús tomo aquel libro para mostrarme lo
que ahí estaba: Las obras buenas y malas, en la cual se registraban de color
azul y de color rojo, les voy a contar lo que se encontraba escrito en mi
libro: Le pregunte al Señor ¿Porque mis acciones se encontraban
registradas en color rojo? Él me contesto: "Aquellas son las obras de los
hombres"
Aquel escrito
de color "rojo", tenía un significado, y nuestro Señor Jesús me dijo: "Hijo no te recuerdas de "aquel momento", aquí está registrado por
fecha por mes, por año, por día aquellos actos sangrientos"
Yo ya desde mis nueve años, el Señor Jesús me hizo ver: A mí me gustaba matar las aves de los campos, de aquella ave que había matado su sangre había llegado al cielo y ahí había quedado registrado.
Hoy puedo confesar que cuando yo agarraba una piedra y empezaba a tirarles a los animales en la espalda, en cualquier lugar que le agarraba "y todo aquello estaba registrado en aquel libro" No podía creer ¡Todo estaba registrado en el cielo!
Porque es su creación
"De Dios son los animales"
Yo ya desde mis nueve años, el Señor Jesús me hizo ver: A mí me gustaba matar las aves de los campos, de aquella ave que había matado su sangre había llegado al cielo y ahí había quedado registrado.
Hoy puedo confesar que cuando yo agarraba una piedra y empezaba a tirarles a los animales en la espalda, en cualquier lugar que le agarraba "y todo aquello estaba registrado en aquel libro" No podía creer ¡Todo estaba registrado en el cielo!
Porque es su creación
"De Dios son los animales"
Ahí hermanos míos me trajo al recuerdo de mi hijo de 11 años, cuando tenía uno o dos años de edad, recordé que le pegue en la boca cuando se estaba manoseando y de su nariz le salió sangre...
...todo aquello estaba registrado, en aquel momento nuestro Señor Jesucristo me dijo que los HIJOS SON BENDICIÓN DE ÉL.
Todas las bendiciones que tenemos en la tierra, lo que hoy podemos disfrutar en esta tierra, son las bendiciones de aquel que nos dio la VIDA
Por lo cual usted tiene que estar eternamente agradecido al REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES, por eso le damos GLORIA Y HONRA ¡GRACIAS A ÉL!
Ahora les contare porque de color azul estaba escrito el pecado, los pecados de color azul era por jugar "cartas".
Por ir a las "fiestas de carnaval", a las "fiestas de Santiago" (*)...
...a las "carreras de caballos" y otras "fiestas mundanales"
El Señor me decía que todo eso era pecado
Y a causa de aquello nosotros hacíamos llorar a nuestro Señor Jesucristo
Amado
hermano, te estoy hablando del primer libro del "PECADO", pasaremos
al segundo libro "ASISTENCIA" en aquel libro de las asistencias, se encuentran registradas todas las asistencias, que realizamos en los días de los cultos y otras actividades que se realiza dentro de la iglesia.
Yo no podía creer, en aquel libro, se encontraba registrado todo estos hechos, "la primera palabra que yo pronuncié al entregar mi vida también estaba registrada" Todas aquellas palabras estaban registradas.
Desde aquel momento que entregamos nuestras vidas a Dios, el Señor nos da cuatro libros, un vaso, un terreno completo, el Señor nos entregaba un terreno completo en el Reino de los cielos para que nosotros con nuestras obras pudiéramos construir en aquella Ciudad
En la palabra de
Dios nos dice en el libro de Mateo, Jesús dijo para ustedes "He ido a preparar
lugar para vosotros" Nuestro Señor ha
preparado lugar para nosotros para que reinemos juntamente con él, por ello hoy
te puedo animar que mientras oramos y ayunamos estamos preparándonos para
el reino.
Hoy puedo contarte que todos nuestros actos están registrados, todo lo
que el hombre realiza aquí en la tierra, está registrado todos nuestros actos
están completamente registrados en el Reino de los cielos, todas las asistencias
de los días de culto están registrados.
Muchas de las veces nosotros
faltamos a los días de los cultos o a las vigilias, y todo aquello estaba
registrado, aún de lo que iba a la casa de Dios, y de medio camino de lo que
había retornado a casa estaba registrado.
Todo aquello que les estoy contando
me mostró el Señor Jesús y me dijo: "Vamos a pasar al libro de ofrendas
y diezmos" en aquel libro de ofrendas se encontraba registrado, lo que habíamos
depositado, ofrendas, diezmos, todo estaba ahí registrado, pude ver lo que
había depositado mis ofrendas, solo diez y veinte céntimos era poco la cantidad
de soles que yo había depositado, a las ofrendas, por lo cual hermanos toda
ofrenda que depositamos, estaba registrado en aquel libro de ofrendas y diezmos,
las ofrendas que uno haya depositado en céntimos o en soles todo estaba
completamente registrado en aquel libro de las ofrendas y diezmos.
Las
ofrendas y los diezmos estaban separados, ninguno estaba aglomerado, cada uno
tenía su propio registro allá en el Reino; por eso hermanos míos, lo que he
ofrendado, lo que he diezmado lo he visto en el cielo, en este tiempo lo que tu
ofrendas, lo que tu diezmas, se encuentra allá en el reino de los cielos, no es
mentira.
Y ahora te contaré
lo que se encuentra registrado en el cuarto Libro:
En este Libro se encuentra registrada todas las
primicias que uno realiza en la casa de Dios todas las primicias están
registradas allí, lo que tu presentas tus primicias, sea un kilo de papá, un
kilo de maíz, todo aquello se encuentra registrado en aquel libro de primicias.
La cantidad que uno ha presentado igual se encuentra, no es en vano el trabajo,
todo está registrado en el Reino de los cielos, las obras que realizamos aquí
en la tierra, de dar limosna también se encontraba registrado,
El libro de
Proverbios dice que las ayudas que realizamos son como préstamos a Dios, por lo
cual nada puede estar fuera de control.
Contarles ahora que las primicias que nosotros
damos, aun la cría de nuestros animales eso está registrado en aquel lugar.
También contarles que yo tenía una cadena de
oro, ¿Sabes aquella cadena de oro con qué lo hacíamos? Las obras que nosotros
realizamos aquí en la tierra, como barrer...
...poner flores en la casa de Dios,
Todas aquellas obras se encontraban registradas, y de igual manera con aquellas obras nosotros podíamos construir esa cadena de oro, ¡Qué maravilla! Pude ver que yo también tenía cadena de oro como siete años de diácono que había servido en la obra de Dios, todos los trabajos que yo realizaba, estaban registrados para que esa cadena se pudiera construir a base de mis obras, aún las cosas que nosotros regalamos en la casa de Dios están completamente guardados, en aquel lugar todo estaba bien ordenado.
Todo aquello que hoy te cuento se encuentra en el cielo, porque yo lo vi, hasta nuestras ropas que usábamos se encuentran como primicia, porque todas las cosas que nosotros damos a Dios ahí se encontraba guardado, todo eso hermanos míos, hasta el vaso donde se encontraba las lágrimas...
...en aquel vaso yo pude ver mis lágrimas, de lo que
yo había derramado mis lágrimas, a causa de las cosas de Dios y todo aquello se
encontraba en aquel vaso lleno de lágrimas, toda lágrima que derramamos
cantando, derramamos orando, todo aquello se encontraba en aquel vaso.
Todas aquellas obras se encontraban registradas, y de igual manera con aquellas obras nosotros podíamos construir esa cadena de oro, ¡Qué maravilla! Pude ver que yo también tenía cadena de oro como siete años de diácono que había servido en la obra de Dios, todos los trabajos que yo realizaba, estaban registrados para que esa cadena se pudiera construir a base de mis obras, aún las cosas que nosotros regalamos en la casa de Dios están completamente guardados, en aquel lugar todo estaba bien ordenado.
Todo aquello que hoy te cuento se encuentra en el cielo, porque yo lo vi, hasta nuestras ropas que usábamos se encuentran como primicia, porque todas las cosas que nosotros damos a Dios ahí se encontraba guardado, todo eso hermanos míos, hasta el vaso donde se encontraba las lágrimas...
A
su nombre
¡Gloria a Dios!
Las lágrimas que había yo derramado, todas estaban recibidas.
Después de haber contemplado todo aquello, nuestro Señor
Jesucristo vino y emprendió el camino...
Y seguíamos recorriendo el cielo inmenso, y
nuestro Señor Jesucristo iba delante mío, y los ángeles iban detrás de
nosotros, y llegamos al lugar donde había flores, cuando llegamos a aquel lugar inmenso ¡Lleno de flores!
Todas ellas daban olores fragantes,
¡Qué olor tan fragante!
¡No hay aquí en la tierra!
¡De aromas diferentes!
¡En nada comparado a esta tierra!
¡¡¡Qué glorioso!!!
¡Qué olor tan fragante!
¡No hay aquí en la tierra!
Ahí pude contemplar toda clase de flores...
¡De aromas diferentes!
¡En nada comparado a esta tierra!
¡¡¡Qué glorioso!!!
Me quede contemplando aquel inmenso campo de flores...
¡Qué agradable era contemplar
aquella inmensa pampa de flores!
aquella inmensa pampa de flores!
En esos momentos, nuestro Señor, se había alejado de mí, busque a nuestro Señor Jesús, no logre encontrarlo, empecé a buscarlo en medio de las flores, pero no pude encontrarlo, entonces comencé a correr de aquí para allá, estaba desconsolado, porque me había quedado, en eso dije: ¿Dónde estás Señor Jesús? Mientras corría un ángel se me apareció, aquel ángel del Señor, no me dijo nada, y yo le seguí por detrás.
Y ahí nuestro Señor Jesucristo
apareció en aquel camino
que realizábamos...
apareció en aquel camino
que realizábamos...
Continuará...
(Testimonio del pastor Juan de Dios, primera parte)
Notas: (*) Fiesta de Santiago: "Esta celebración se realiza en otros pueblos del Perú, pero el valle del Mantaro es el que le brinda mayor realce al “señalacuy”, o la marcación del ganado con vistosos aretes, coloridas cintas y gracioso adornos que representas las bendiciones que el apóstol Santiago, el santo español, brinda a la comunidad. Abundancia y fertilidad.
Notas: (*) Fiesta de Santiago: "Esta celebración se realiza en otros pueblos del Perú, pero el valle del Mantaro es el que le brinda mayor realce al “señalacuy”, o la marcación del ganado con vistosos aretes, coloridas cintas y gracioso adornos que representas las bendiciones que el apóstol Santiago, el santo español, brinda a la comunidad. Abundancia y fertilidad.
Por dos días la ciudad de Huancayo les brinda completa diversión. En la noche de víspera, los wuapeos de las mujeres al danzar dan un ambiente festivo y fértil. Mientras, a un extremo de la plaza, la pachamanca, un plato de carne con papas, habas, oca, humitas y el caldo de patasca se alistan para las posibles fatigas. Cuando las bandas tocan los huaylash y el popular Santiago, “la ciudad incontrastable” vibra. Animales y pobladores se unen para rendir culto a los a los Apus (*) y al patrón Santiago que un año más les ha brindado abundancia." (fuente:Travel guía)
(*) "Apus" : APUS….divinidad andina:
(*) "Apus" : APUS….divinidad andina:
APU es una palabra quechua (Idioma de los incas) que tiene dos conceptos en una sola palabra:
Primero, significa MONTAÑA. Los Incas consideraban a las montañas como sus dioses.
Segundo, significa DIOS. El APU era el dios protector de cada pueblo en el imperio de los Incas.
En la época inca y en la cultura quechua (entre otras más) se consideran a determinadas montañas y nevados como lugares en donde reside el Apu (dios tutelar) de un determinado lugar, siendo entonces esta montaña sagrada.
Los Apus de las montañas son espíritus superiores (según sus creencias) considerados protectores de los hombres y pueblos.(Fuente: Sonqoñan facebook)
Primero, significa MONTAÑA. Los Incas consideraban a las montañas como sus dioses.
Segundo, significa DIOS. El APU era el dios protector de cada pueblo en el imperio de los Incas.
En la época inca y en la cultura quechua (entre otras más) se consideran a determinadas montañas y nevados como lugares en donde reside el Apu (dios tutelar) de un determinado lugar, siendo entonces esta montaña sagrada.
Los Apus de las montañas son espíritus superiores (según sus creencias) considerados protectores de los hombres y pueblos.(Fuente: Sonqoñan facebook)
Vemos que la cultura Inca, mezclada con la herencia de la colonización española aún está enraizada en los pueblos andinos del Perú, llena de idolatría, al divinizar a las montañas, al sol, a la luna, a los hombres que siguieron al Señor Jesús, a quienes los nombran como patronos de sus comunidades. Aún la experiencia terrible que vivió Juan de Dios, de ser enterrado vivo corresponde "al pago" de un ritual a sus "divinidades", denominado "pagato".
¡Señor perdona toda estas practicas abominables delante de tu presencia, y aviva tu obra en medio de este pueblo! Úsanos, para ser luz en medio de tanta oscuridad!
"Vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas,
para que el día os sorprenda como ladrón, porque todos vosotros sois hijos de la luz e
hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no
durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios." 1 Tesalonicenses 5:2-5
¡Dios les bendiga poderosamente!