Mi nombre es Sol Palomino, y tengo 10 años, voy a relatar una serie de revelaciones que el Señor JESUCRISTO me ha entregado para su pueblo:
Antes de iniciar voy a hacer una oración para poner este mensaje en manos de nuestro Señor Jesucristo:
“Señor Jesús, en esta hora Padre pongo en tus manos, este mensaje para que seas tú entregándoselo a tu pueblo, y a las personas que hoy lo leen, te pido que me ayudes a poder decir todo lo que me has mostrado. Amén.”
Revelación de personas cristianas vivas, cuyas almas están en cautiverio en el infierno por sus pecados:
"Primero el Señor me llevó debajo de la tierra, donde hay "un lugar" donde están, "las almas" de los pecadores que todavía "están vivos" pero que están "cautivos" por el pecado "personas que son cristianas":
"Vi una mujer (cristiana) que le interesaba más "el trabajo" que el Señor Jesucristo."
¡VIVE PARA JESÚS!
"Vi otra mujer (cristiana), ella se estaba maquillando...."
"Vi otra mujer (cristiana) que se ponía aretes."
- Vi muchas personas (cristianas) viendo "fútbol"
- " Vi una mujer (cristiana) que se ponía perfume por todo su cuerpo..."
- "...Vi niños viendo la televisión
"...Y cuando yo vi todo esto, el Señor Jesucristo me dijo: "Estas son cosas que no me agradan", y todas esas personas que hacían esas cosas, están vivas, están "cautivas" por el pecado."
Revelación de los que murieron practicando el pecado sin arrepentirse condenados por la eternidad en el infierno:
"Después el Señor Jesucristo me lleva a las partes más bajas del infierno y me dice: “Te voy a llevar para que veas los lugares que hay en el infierno para los pecadores"
Me lleva a un cuarto el Señor Jesucristo y allí veo a unos niños, y personas que cada vez que "les mentían a los demonios"
ellos les cortaban la lengua, cada vez que decían una mentira,
¡No mientas! Los mentirosos no entrarán al Reino de los cielos
El Señor Jesucristo me saca de allí y me lleva a otro cuarto, y me dice Mira este cuarto, yo volteo a ver a la puerta de ese cuarto, y decía: “Los que roban”
Vi que ellos robaban la oreja de un demonio, la mano de un demonio, vi que llegaban hasta otro demonio más grande y le entregaban lo que habían robado, y este demonio les cortaba una parte de su cuerpo, ellos gritaban y gritaban...
... cuando yo llegue a esos lugares, sentía como mi cuerpo se quemaba, sentía mi cuerpo que ardía en llamas. Después me saca de allí el Señor Jesucristo, y me lleva a otro cuarto, y allí estaban niños y adultos, "tomando", ellos estaban tomando,
pero cuando ellos estaban tomando, no tomaban cerveza, ellos tomaban un líquido, y cuando ellos lo tomaban su boca se quemaba, cuando ellos dejaban de tomar un poco, llegaban ellos y les pegaban en la espalda con látigos.
Después el Señor Jesucristo me llevó a ver otro cuarto, y ahí veo cómo estaban dos hombres tomados de la mano, y dos mujeres tomadas de la mano.
Ellos estaban juntos eran una pareja de hombre con hombre y mujer con mujer...
...y yo dije: “Esta no es la creación de Dios yo pensé”, Esta no es la creación de Dios...
“Así es, esta no es mi creación” me dijo el Señor Jesucristo. Y ese cuarto decía:
“Los Homosexuales”
Sodoma y Gomorra fueron destruidas por los pecados de perversión sexual
Génesis 19:24-38
Sodoma y Gomorra fueron destruidas por los pecados de perversión sexual
Génesis 19:24-38
Me lleva a otro cuarto el Señor Jesucristo, en ese cuarto veo niños viendo la televisión, veían "caricaturas", veían toda clase de caricaturas que estaban en la televisión.
No solo vi niños viendo la televisión sino que también vi adultos, los niños viendo sus caricaturas, los hombres viendo su futbol,
y las mujeres viendo sus "novelas",
Cuando ellos parpadeaban, ellos les sacaban el ojo y le ponían un fierro que sostuviera su ojo para que nunca parpadeara después yo veía como sangraba su ojo, y ellos suplicaban que ya no querían ver más, la televisión ellos decían ¡Sáquenme de aquí! ¡Piedad!, ¡Piedad!
Y cuando todos ellos veían al Señor Jesucristo se retorcían porque querían que el Señor Jesucristo los tomara de la mano y los sacara de aquel lugar, tan cruel y tan feo donde ellos estaban
Vi una mujer, que se estaba maquillando, cuando ella se maquillaba, se pintaba todo su rostro y en su rostro donde ella se maquillaba iban saliendo gusanos de su rostro, ella suplicaba que los gusanos la dejaran, porque ella no se podía dejar de pintar, y si se dejaba de maquillar su cuerpo se llenaría de gusanos, y los gusanos se la tragarían viva.
Yo no resistía ya ver más esto, y le dije al Señor Jesucristo ¡Sácame de aquí, Padre Santo ya no quiero estar aquí! yo le decía al Señor Jesucristo, y él me decía "Espérate que aún falta ver", entonces me lleva a otro cuarto, y empiezo a ver a un famoso y ese famoso se llama Michael Jackson, ese hombre está en el infierno y el baila y baila sin parar sobre clavos, día y noche, baila ahí
y cada vez que deja de bailar, le pegan su cara con esos clavos, lo ponen ahí lo tiran, y no solamente estaba Michael Jackson, en ese cuarto también estaban ahí personas que estaban bailando…
...y los torturaban cada día, y ellos suplicaban porque ya estaban cansados, decían que ya no querían ellos ESTAR AHÍ, ¡Que los sacaran de ahí! A mí me suplicaban, me jalaban con sus manos y me pedían que los sacara, pero el Señor Jesucristo me llevaba de su mano, y el Señor les decía que me soltaran, y cuando él les hablaba ellos me soltaban y querían tomarse de la mano del Señor Jesucristo.
Después le dije Señor, ya sácame de aquí, no quiero estar más aquí, pero él me dijo, "Todavía no te sacaré, todavía te falta ver", me lleva a otro cuarto, yo vi a un hombre que se estaba poniendo un tatuaje, en forma de la muerte, se estaba poniendo ese tatuaje, ...
...el hombre que se lo ponía le estaba cortando su piel, y ese hombre gritaba y se retorcía, se tiraba al piso llorando, y gritaba ¡Sáquenme ya! ¡Ya no quiero estar más aquí!, ¡Ya no quiero vivir! decía él, ¡Ya no quiero vivir! ¡Sáquenme!,
¡¡¡Aquí no me dejes Señor Jesucristo!!!
Le gritaban al Señor Jesucristo.
En ese lugar estaban muchísimas personas, una multitud de personas gritando, ¡Sáquenme! ¡Ten piedad de mí decían! gritaban,
¡Ten piedad, ten piedad!…
Me lleva el Señor Jesucristo a otro cuarto, y ahí en ese cuarto yo volteo a ver hacia la parte de arriba de la puerta de ese cuarto, y ahí decía “La Iglesia Perdida” allí yo veía como ellos tenían una biblia, pero se comían las hojas de la biblia, y cuando hacían eso demonios llegaban y les pegaban, ellos buscaban por comida, ellos buscaban, buscaban en la biblia, pero era una biblia falsa, y lo que le daban a comer ahí era papel, o era tierra y agua no tomaban, ellos suplicaban por una gota de agua, ellos decían ¡Sácame de aquí solo por un segundo!, ellos suplicaban y suplicaban...
El Señor Jesucristo me llevó a otro cuarto,
y ahí decía:"Los calumniadores", y veo como les dejaban unos segundos para que hablaran calumnias de las personas que estaban ahí...
...cuando ellos terminaban de hablar por esos segundos ellos llegaban y les pegaban, a las mujeres les jalaban de sus cabellos, y las sentaban en una roca grandísima, y a los hombres los agarraban entre dos demonios y los sentaban también en esa piedra, y cuando ellos estaban en esa piedra les golpeaban con látigos, les aventaban piedras,
El Señor Jesucristo me lleva a otro cuarto allí estaban varios hombres y mujeres, le dije al Señor Jesucristo: ¿Quiénes son todos estos hombres? ¿Y por qué están aquí Señor Jesús? Y el Señor me respondió diciendo: “Ellos eran mis siervos, Ellos eran siervos míos, pero decidieron quedarse con su padre el diablo” cuando escuche eso, vi que ellos tenían una cruz en sus manos, ellos iban en filas y les entregaban esa cruz, era una cruz pequeña en sus manos, y esa cruz se la entregaban a satanás, y satanás les entregaba una cruz más grande, esa cruz era más grande y se la ponían en la espalda, esa cruz era grandísima ellos no la resistían, caían al suelo con esa cruz, ellos suplicaban que les quitaran esa cruz, ellos decían: ¡Quítenmela! ¡Quítenmela de mí! Ellos decían, ellos pedían suplicando, eso.
Yo le suplique al Señor Jesucristo que me sacara de ese lugar, el Señor me dijo “Espera que te falta ver algo más”
Me llevó a otro cuarto y ahí vi cómo estaba, "el trono de Satanás", y empiezo a ver mucho oro alrededor de él, yo comienzo a ver y Satanás me habla y me dice con una voz fea, fuerte me grita satanás:
- ¡Ven, ven!
- No iré contigo
- Todo esto te daré si postrada me adoras,
- "Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás"
Señor Jesús, ¡Señor sácame! , ¡Señor sácame!
Porque en ese momento yo ya no veía la luz, que me acompañaba, yo estaba sola en ese lugar con Satanás, Satanás tenía dos cuernos en su cabeza, tenía los pies de cabra, y era rojo, y tenía un bastón rojo en su mano izquierda, y con ese bastón él me quería pegar, pero yo veía que algo lo detenía, una mano grande lo detenía, y él no me podía tocar, entonces cuando yo le dije, “escrito está al Señor tu Dios adoraras y a él sólo servirás” él, me toma con hilos y me avienta a un lago de agua donde había gusanos, y me empiezo a asustar porque veo que no estaba la luz conmigo, pero el Señor Jesucristo en ese instante ¡Me saca de ahí!, y nada de lo que estaba en el lago me pudo tocar, y el Señor Jesucristo me dice “Ahora ven, te llevare a otro lugar” Pero en este lugar no temerás mal alguno porque YO ESTARÉ ALLÍ...
Me lleva el Señor Jesucristo hacía arriba y me lleva al CIELO
Cuando yo veo el cielo yo veo una puerta azul de oro ¡Esa puerta era tan hermosa!
Cuando llegué allí me sentí en una paz,
empecé a sentir una paz en mí
El Señor Jesucristo me toma de su mano y me lleva y lo primero que me dice es "Si tú le agregas o le quitas tu alma perecerá"
Me lleva a un lugar donde veo un árbol tan hermoso y me dice “Ahora ven arranca el fruto que más te gusta” Y yo veo un fruto tan hermoso, lo arranco y me lo como,
el Señor JESUCRISTO, me lleva y me dice: No te harán daño, porque yo estoy contigo, empecé a sentir una paz que me rodeaba ¡Algo tan hermoso que me rodeaba!
Y eso que me rodeaba eran ángeles,
ángeles tan hermosos con sus vestiduras blancas, los empiezo a ver y me dice el Señor Jesucristo: Ahora ven, que esto que te voy a mostrar te lo has merecido, el Señor JESUCRISTO me permite verlo,
cuándo yo lo veo, yo caigo postrada a sus pies, lo estoy mirando, lo miro, y cuando lo miro veo una túnica blanca, que él tiene, esa túnica blanca él la traía puesta, ¡Era una túnica, blanca, blanca, blanca que resplandecía! el Señor Jesucristo me dijo: “No temas, no temas, no temas”
Me muestra que él tenía una corona en su cabeza, ¡Esa corona era tan hermosa! Y el Señor Jesucristo me lleva a una parte del cielo y me dice: “Ahora ven, te voy a llevar a un lugar aquí en el cielo”, me lleva con unos niños a Jugar, yo comienzo a jugar con esos niños,
y yo le pregunto:
- Señor Jesucristo ¿Quiénes son estos niños?
- Me dice “estos son los niños abortados, estos son los niños que han abortado, que a la vez están tristes y a la vez están felices, porque sus mamás no están conmigo"
El Señor Jesucristo me abraza
y yo empiezo a llorar, el Señor Jesucristo me abraza a mí y abraza a todos esos niños que estaban conmigo,
el Señor JESUCRISTO, me saca de ahí, y me lleva a otra parte del cielo, y ahí me muestra un libro grandísimo, un libro grande, grande que era de oro y yo le pregunte al Señor
- ¿Qué es este libro?
- Es el Libro de la VIDA,
Ese libro tenía sus hojas, de oro, y el Señor Jesucristo me lleva a ver mi nombre ahí, yo veo mi nombre escrito ahí en el Libro de la Vida, y ahí me dice: “En mi mano estas y de ahí nadie te sacará”
Me lleva a otro lugar a otra parte en el cielo, y ahí empiezo a ver tres tronos, y me postro ante ellos,
Y veo que no venía sola, yo venía con una multitud de personas, la multitud de personas venían conmigo y todos, nos postramos a adorarle