¡LOS ANILLOS DE BODAS,
EN EL CIELO!
En el mes de Noviembre del año 2006, el Señor Jesús dio una revelación a su siervo el profeta David Owuor, una visión en el firmamento, los anillos de bodas.
Así mismo le dio la interpretación de esta visión:
- Dios está diciendo, que los anillos están listos; eso significa que los preparativos en el cielo han sido completados, eso significa hoy que la iglesia tiene que empezar a prepararse.
Cuando Dios nos mira, y no ve lo exterior, el ve el ser interior, el ser renacido en Cristo Jesús, ve las vestiduras que Jesús lavo con su sangre
¿Cómo están nuestras vestiduras?
Estas vestiduras deben estar resplandecientes, limpias sin mancha ni arruga:
“Maridos, amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia,
y se entregó a sí mismo por ella,
para santificarla, habiéndola purificado
en el lavamiento del agua por la palabra,
A fin de presentársela a sí mismo,
una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha
ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuese santa y sin mancha”
Efesios 5: 25-27
Oremos, humillándonos ante nuestro Dios, con ayuno, lloro y lamento, con un corazón contrito y humillado, arrepintiéndonos de nuestros pecados. Llorando ante el Padre, como Jesús lo hacía cuando estuvo en los días de su carne, para ser librado de toda tentación.
Cada día él conversaba con el Padre cuando aún era muy oscuro, y lo hacía con gran clamor y lágrimas, para ser librado de la muerte, (no de la muerte en la cruz, sino del pecado, porque la paga del pecado es muerte espiritual). Jesús vivió en esta humanidad, y fue tentado en todo pero sin pecar. ¿Cuál era su secreto? Lo estamos viendo, una abundante vida de oración; de rodillas Él pudo vencer todo obstáculo que se le presentaba y glorificar al Padre ¡Aleluya!
Podemos ver esa oración intensa de nuestro Señor Jesús en Hebreos 5:7 y si él así vivió, debemos de seguir su ejemplo de vida de total dependencia y unidad con el Padre.
Jesús nos enseña esta verdad:
"Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" Mateo 26:41
La carne se sujeta al espíritu, si oramos. Por ello es vital seguir las enseñanzas de Jesús. Esa íntima comunión que el mantuvo con el Padre estando en los días de su carne, nosotros debemos de desarrollar en nuestra vida espiritual para dar lindos frutos para nuestro Dios.
El Señor Jesús viene a arrebatar a su iglesia, su novia, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”
La Biblia describe las vestiduras de una iglesia preparada para subir al encuentro del novio, ¡Jesús! Estas vestiduras son de lino finísimo, resplandeciente y limpio, leámoslo juntos:
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria;
porque han llegado las bodas del Cordero,
y su esposa se ha preparado.
Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino,
limpio y resplandeciente;
porque el lino fino es las acciones justas de los santos” Apocalipsis19:7-8
Preparémonos iglesia amada, busquemos el rostro de nuestro Dios; leamos la palabra de Dios, con reverencia; orando para que el Espíritu Santo nos enseñe los tesoros escondidos, meditando en sus preciosas enseñanzas, interiorizándolas y poniéndolas por obra en nuestro diario vivir, el Señor está alertando a su novia, para que le recibamos con nuestras lámparas encendidas y entremos a las bodas del cordero.
Nosotros somos la novia, la iglesia redimida por la sangre del cordero, una iglesia viva en espíritu y en verdad. Que honra a Dios dando frutos de santidad en todas las áreas de sus vidas.
Nuestro amado novio Jesús nos dice:
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos” Juan 15:8
“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” Juan 15:9-11
"Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación..." 2 Pedro 3:14,15 a
¡Él está esperando por ti!