Mensaje urgente del Señor Jesús
El día 07 de enero del 2011, alrededor de las ocho de la noche, una niña de diez años, MAHBEL NEWSON fue llevada a conocer el cielo, y allí recibió palabras del Señor Jesús:
“En aquel tiempo, Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños." Mateo 11:25
08 de Enero del 2012, 18:00
¡Mami!, Anoche, cuando me fui a acostar, vino un ángel alto con muchas luces brillantes y me daban escalofríos verlo a los ojos yo dije: ¡¡Que!! Mi hija continuó contándome, mami, me hacía daño verlo porque brillaba mucho, y me hizo señas con el dedo de que no hablara, luego me cargo como una bebe, me saco por el techo de la casa y me llevó al cielo.
Cuando llegamos el señor Jesús me recibió y cuando lo vi, caí a sus pies y lo adore luego dos ángeles me vistieron con una túnica blanca, mi pelo se volvió negro y largo...
y me pusieron una corona de oro y unas sandalias. Luego el Señor Jesús me dijo: “¿Sabes porque tu estas aquí? ella respondió no señor, y le dijo: "Te mande buscar para que lleves este testimonio a todo el mundo, porque yo voy muy pronto y todo lo que tu veas y escuches tienes que decirlo"
Jesús me tenía sostenida de la mano y en un momento, me solté de la mano del Señor y corrí y él Señor me dijo: ¡Ven a ver lo que tengo preparado para ustedes! Y vi unos edificios bien altos y en oro pero como transparentes...
cada edificio con jardines y con flores hermosas y de muchos colores ellas, alababan al Señor y cantaban suavemente, ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya! pero en coro, una parte canta Aleluya, y la otra decían amén, la grama en donde estaban las flores, oran dándole gracias al Señor,
También las flores se mueven como bailando según van cantando, la grama se retorcía de una forma hermosa.
Los edificios están en una fila que no tiene final, y están decoradas con muchas piedras brillantes y hermosas, en medio de ella hay una calle de oro brillante, pero en los edificios no vive nadie, no había gente, el Señor me dijo: “ Hijita mía, el día que yo vaya a buscar a mi pueblo, ahí es que van a vivir todos los salvos, ¡todo está listo aquí! Pero yo estoy dando el último chance para que nadie se pierda y vengan a vivir todos aquí"
El resplandecía, y al verme feliz y correr se reía, su hablar era muy suave y muy lindo, y así se dirigió a mí:
Jesús: - ¿Te gusta esto aquí?
Mhabel: - Sí Señor
Jesús: - ¿Te gustaría que tu familia viniera aquí?
Mhabel: - Sí Señor
Jesús: - Por eso es que tu estas aquí, porque te voy a enseñar un lugar, para que le digas a todo el mundo que se arrepientan de corazón, para que no vayan al lugar que te voy a mostrar
Mhabel: - Sí Señor
Jesús me explico apenado, que a ese lugar va más gente que al cielo y que por eso el me mando buscar para que diera el testimonio porque él no quería que nadie vaya para ese lugar que por eso estaba dando una última oportunidad.
Al lugar que yo te voy a llevar es al infierno me dijo.
En ese momento no sentí miedo porque no sabía en verdad que el infierno era así.
El me dijo, Yo te voy a llevar pero no tengas miedo porque yo estoy contigo, luego me agarro de mis manitas y comenzamos a bajar, bajamos el Señor y yo.
Bajábamos por unos túneles oscuros, y cuando estábamos entrando yo comencé a escuchar muchos gritos de gente, gente que gritaba desesperadamente, también había un mal olor, horrible, el olor era más malo que la carne podrida, y un calor horrible, era más caliente que una chimenea, seguíamos bajando pero el calor, los gritos y el mal olor eran cada vez más fuertes, yo comencé a llorar porque me estaba dando miedo, pero el Señor me decía: ¡No tengas miedo porque yo estoy contigo!
Cuando llegamos vi mucho fuego a mi alrededor, también vi a Satanás, es muy alto, él tiene las uñas largas, no tiene rabo pero su cuerpo se veía muy fuerte, y él se reía mucho, su risa era parecida a la de Santa, y el Señor me dijo, ese es Satanás.
Jesús comenzó a explicarme del infierno diciéndome: -Aquí en el infierno está dividido en secciones, la gente que hacía lo mismo en la tierra están juntos.
Y aunque estaba muy oscuro, podía ver, porque el Señor alumbra más con su cuerpo yo podía ver que estaba dividido en secciones.
Vi muchísimas personas, y gritaban muy fuerte y los demonios, se burlaban de ellos.
Ellos hacían las cosas repetidas sin parar, y decían, ya por favor déjenme, y cuando ellos paraban los demonios se paraban y decían, quien les dijo que pararán, y con un palo de fuego los castigaba, también había un lodo pegajoso que ellos trataban de moverse pero no podían y le gritaban al Señor, ¡Señor ayúdame, sácame de aquí! ¡Perdóname! ¡Denme agua! Ayúdame Señor y yo lloraba mucho y le pedía al Señor que los ayudará, Y el Señor llorando me decía: Es tarde ellos no pertenecen a mí y las lágrimas del Señor caían, y él decía: Tantas oportunidades que les di para que me entregaran su alma y su corazón, y no lo hicieron, ahora no puedo ayudarlos es demasiado tarde.
Estas son las secciones que Jesús me mostró allí en el infierno:
La sección de los que asistían a las iglesias satánicas.-: Ahí estaba los que asistían a la escuelita de Satanás y ellos decían:
-¡Señor dame una oportunidad!, ¡Señor me arrepiento!
Y en una pantalla el Señor me enseñó la vida de ellos, ellos decían, aquí en la tierra, que él (Jesús), no tenía poder, que el que tenía poder era Satanás. Y ahí estaban gritando encarcelados, amarrados y torturados por los demonios, en todo su cuerpo tenían culebras grandes, ellos estaban cubiertos de gusanos grandes, en todo su cuerpo, también tenían escrito 666, todos tenían gusanos grandes, pero los gusanos estaban vivos y no se quemaban.
La sección de los que usan tatuajes y aretes:
Vi a los que usan tatuajes y muchos aretes y le pregunte al Señor ¿Están ahí por eso?, me dijo que sí, que ellos también no se arrepintieron, que el cuerpo hay que tenerlo limpio.
La sección de los brujos: Ellos se bautizaban con fuego y se comían la carne, y gritaban, ¡Ya por favor déjenme!¡ ayúdenme!,¡ ayúdame señor!; el señor lloraba y decía que era muy tarde.
La sección de los que decían ser cristianos pero no se santificaron:
Allí me enseño a los que decían que eran cristianos, pero no practicaban la verdad, me enseñó la vida de ellos, en la iglesia adoraban a Dios, pero bebían y bailaban no se santificaron. (Sin santidad nadie verá al Señor)
La sección de los que practicaron la perversión sexual: Allí había personas que vivían con dos hombres y mujeres a la vez, allí estaban llenos de culebras, gusanos y fuego.
La sección de los idólatras: Ellos estaban inclinados, adorando a los demonios, también habían muchas imágenes, los cuales son demonios; ahí estaba la imagen del niño Jesús, la imagen de la virgen María, animales y diferentes imágenes muy variadas, las adoraban en el infierno, los demonios y Satanás se reían de ellos, y ellos gritaban y les pedían que los dejaran descansar, y cuando querían parar, venían los demonios que estaban detrás de las imágenes, y los castigaban con palo y fuego, porque también le aumentaban más la llama al fuego.
La sección de los que practicaban la mentira, y el chisme: En ese lugar vi que estaban todos los mentirosos y los que vivían de chismosos, el Señor me enseño su vida y solo vivían del chisme, su lengua crecía y explotaba y ellos gritaban.
La sección de los que abandonaron al Señor Jesús: También los cristianos que se alejaron de Dios, y que no hablaron de la palabra, su boca estaba llena de cucarachas, gusanos y bichos, y gritaban más fuerte que los otros, y le decían al Señor, ¡Señor porque me enviaste aquí, si yo predicaba tu palabra, también una mujer le dijo: ¡Señor porque me enviaste aquí si yo era evangélica, y el Señor llorando le dijo: Yo no envió a nadie aquí, ustedes fueron los que decidieron venir aquí, ahora es tarde, tanto que yo espere que me entregaran su alma y su corazón y no lo hicieron.
La sección de las mujeres que mataban a sus hijos: Ellas estaban encarceladas, llenas de gusanos y de lodos, los demonios las atormentaban como con gritos de bebes.
El Señor me dijo que tengo que dar este testimonio, porque toda esta gente ya no tienen ninguna oportunidad, pero los que están vivos sí, él me dijo ¡Diles que se arrepientan y se entreguen a mí de corazón!
Luego Satanás vino y me agarro y me dijo: ¡Tú te quedas aquí conmigo, no vas a decirle nada a nadie! y Jesús le ordenó que me soltará, él le dijo: ¡Suéltala ella es mía, ella está lavada con mi sangre, él inmediatamente me soltó.
La sección de las personas que viven la vida sin Jesús: En ese lugar habían unos demonios que estaban trabajando como preparando algo, el Señor me dijo: Lo que ellos están preparando es para los que están vivos, que viven la vida sin mí, ellos ya tienen su lugar aquí preparado, a menos que ellos se arrepientan.
Este fue el final de lo que Jesús me mostró en ese horrible lugar y después que tuve este encuentro con el Señor, los demonios querían asfixiarme en mi casa, quería gritar pero ¡No podía! querían matarme y se reían, decían que antes que diera el testimonio, iban a matarme, pero el ángel vino a ayudarme y ellos me soltaron.
Amigo: la visita al infierno de nuestra amiga, Mhabel Newson, fue para que ella contará a todos nosotros como viven las personas que ¡rechazaron a Jesús!, ¡su salvador!, y murieron sin él. Esta es una terrible realidad. Si tú crees en Jesús, y vives conforme a sus enseñanzas, el estará contigo todos los días de tu vida, porque él te ama de una forma muy especial, y el quiere que vivas con tu familia en el cielo. Él te dice en su palabra:
"Cree en el Señor Jesucristo,
y serás salvo tú y tu casa"
Hechos 16:31
¿Sabías que el nombre de Jesús, que es una palabra hebrea, significa, Salvador, pues así es, él es único salvador del mundo, en ningún otro nombre hay salvación de esa terrible condenación.
El nos dice eso en su palabra:
“Yo soy el camino y la verdad y la vida; y nadie viene al Padre sino es por mi” Juan 14:6
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos,
y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Y o y el Padre unos somos!
Juan 10:27-30