jueves, 24 de enero de 2013

¡Ten comunión conmigo!

¡Ten comunión conmigo!

Jesús oro y pidió que fuésemos ¡Uno con El!   Así como él es uno con el Padre  ¡Que unión maravillosa!  
Nosotros fuimos llamados a esa preciosa comunión con el Hijo y a través de él con el Padre ¡Que privilegio tan grande!
“Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor” 1Corintios 1:9
“El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”
 Cada día, cada instante debemos vivir agradándole a él, amándole, guardando su palabra, con gozo y gratitud en nuestros corazones, por esa infinita bondad. Esa es la prueba de nuestro amor, el que vivamos sus enseñanzas. Oigamos sus enseñanzas:
“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor;
así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre,
y permanezco en su amor”
Juan 15:9,10
 Tenemos que caminar en un primer amor con él, pues ser cristiano es el privilegio de tener al ¡Cristo vivo! en nuestros corazones.  Y él desea tener una amistad sincera:  
¡Ten comunión conmigo!
El reto es que caminemos en un primer amor con Jesús, Solo así podemos ser transformados a su imagen, pues su meta no es el desarrollo del hombre antes bien su intención consiste en hacer al hombre exactamente así como El mismo es; y las características del Hijo de Dios es el despojarse a sí mismo.
El precisa tu entrega para manifestarse a miles y miles de perdidos.
¡Ten comunión conmigo te dice Jesús!