¡El novio está apasionado por ella! tanto, que espera el día en que se montará en su caballo blanco y raptará a su novia preciosa para llevársela a las bodas y casarse con ella! El pagó un precio muy alto y entregó su propia vida para que ella pueda entrar con él a los cielos…
En Isaías 53, se ve el grandioso y tremendo precio que Jesús pagó para comprar el vestido de bodas para la Iglesia, para que ella pudiese entrar, ¡tremendo precio, horrible precio; su cuerpo fue abatido, fue abusado!..
para comprar su amada iglesia, la cual encargo a ustedes pastores
Las Bodas del Cordero es el día más importante en el calendario de Dios, pero, si la iglesia pertenece al reino de Dios, si la iglesia fue comprada para el reino de Dios, entonces ¿por qué, pastores no han aprovechado todo su tiempo para preparar a la Novia de Cristo, para el Reino de Dios? ¡Ustedes que pertenecen al reino de Dios!
¡Las bodas del Cordero es el día más importante para Dios y tendría que ser el día más importante para ustedes también!
¡En el cielo, todos están esperando con ansías ese día tan importante!
Por la gracia de Dios, tuve una visitación de Dios, En ese día yo percibí la autoridad, la gloria y la majestad del poder de Dios. En medio de una densa oscuridad, lo que había comenzado como un punto luminoso se había convertido en algo grandísimo. De repente, el cielo se abrió y se veía como una entrada o puerta hacia el cielo. Entonces, vi dos anillos de boda, llenos de la gloria de Dios, dorados, como si fueran de oro puro... estos emitían un brillo que emanaba de la Presencia de Dios y en la cual estaban envueltos.
Tenía un resplandor increíble y no podía haber sido hecho por habilidad humana, esos anillos reflejaban la perfección sobrenatural del Dios Todopoderoso.
Estos anillos eran idénticos el uno del otro, tanto en tamaño como en la forma, eran como imágenes en espejo el uno del otro, iguales en calidad. Estaba absorto en la visión que estaba viendo, entonces en este momento, el Dios del cielo empezó a rotar y a mover los anillos en todas las direcciones. Lo hizo para que yo pudiera observarlos completamente. Además, el Señor quería que yo entendiera que él se había dedicado cuidadosamente a la elaboración y el diseño de los anillos.
El Señor hizo eso para enfatizar la suma importancia que tiene para él las bodas del Cordero
Durante la visión, el Señor me mantuvo consciente de lo que su corazón sentía por su obra y como estaba satisfecho de ella, satisfecho de lo finamente que estaban adornados. Tenían pequeños puntos de oro y la parte del diamante, un diamante de oro; El Dios Todopoderoso estaba contento y me dijo: “¡Mira! Observa bien lo que he estado haciendo durante todo este tiempo, trabajando en la preparación de las bodas del Cordero”. Esto me dio una gran lección acerca de no solamente hacer las cosas que Dios nos asigna, sino la importancia de hacerlo con excelencia
La razón por la cual Dios me mostró esta visión ¡es para que puedan apreciar el esfuerzo, los recursos, la consumación, la obsesión, la posesión, ¡Cuánto Dios Padre ha consumado acerca de esta boda! Y la pregunta que yo les hago a ustedes pastores, a ustedes que son los siervos del Señor, ustedes que son quienes Dios Padre levantó para continuar la obra de Cristo, y perdónenme pero ¿Ustedes han tomado la misma cantidad de tiempo para preparar a la iglesia?, ¿han tomado el mismo nivel de pasión de consumación?, ¿han tomado el mismo nivel de esmero y de esfuerzo para preparar a la iglesia?, ¿cómo han preparado a la Iglesia?
¡La razón por la cual han sido llamados es para que puedan edificar la Iglesia de Cristo, para que puedan llevarla a la madurez y la estatura de Cristo!
El mensaje principal de esta visión es que el tiempo para la iglesia se terminó. Los preparativos en el cielo, para la boda del Cordero se han terminado. ¡La boda está lista!
El trabajo tan laborioso y delicado de los anillos de boda, denota claramente con que seriedad o cuán importante son para el Señor Dios las bodas del Cordero.
Y las imágenes en espejo, significan que espera que su iglesia sea tal como es El, con la misma santidad y justicia, de su misma esencia y naturaleza, ¡No menos que eso, espera el Señor!...
(continuará)