¡Andar en el espíritu¡
Tenemos un ser espiritual renacido en Cristo Jesús, y ese ser tiene que estar lleno cada día de la palabra de Dios. Nuestro espíritu solo se alimenta de ese mana riquísimo y de la oración.
Cuando oramos y leemos las palabras de Jesús, impartimos la vida de Cristo en nuestras vidas. Y cerramos todas las puertas al enemigo. El enemigo huye cuando ve a una mujer o varón de oración, tiembla y huye, porque la oración desata unción y la unción es la poderosa presencia de Dios en nuestras vidas.
El pecado deshonra a Dios, trae dolor a su corazón, porque el precio que el pago por cada uno de nosotros fue de un sufrimiento terrible, pero con su muerte y resurrección conquisto toda autoridad, toda potestad, y con esa autoridad es que él quiere que cada joven viva.
Es necesario buscar la presencia del señor, porque el diablo es chiquitito frente a la carne, que es nuestro peor enemigo, pues si nos descuidamos ella quiere levantarse y gobernarnos, por eso el señor nos dice que andemos en el espíritu, que andemos en esa naturaleza especial que solo tienen los hijos de Dios, tenemos vida espiritual, y solo ella puede estar unida a Dios, pues Dios es espíritu, y es en esa área donde él habita.
Jesús sabía bien de ello porque era cien por ciento humano, por eso el oraba, lloraba se humillaba ante el padre y de rodillas el mundo, el diablo y la carne fueron derrotados, ¡él tenía una vida de oración! Allí recibía las fuerzas necesarias para todo el día.
El nos dejo esa enseñanza vital: “Velen y oren para no entren en tentación el espíritu está dispuesto pero la carne es débil,” Mateo 26:41
Es clave cada día orar abundantemente y vigilar, (solo podremos vigilar y reconocer cualquier artimaña del diablo si estudiamos la palabra de Dios, porque de lo contrario no podremos saber cuál es la voluntad de Dios para cada cosa, por ello la palabra dice a cada joven "¿con qué limpiara el joven su camino? Con guardar su palabra, pero como guardar algo que no conocemos, por eso es vital que cada joven, ore para que el espíritu santo le de entendimiento de lo que lee) si oramos cada día en la madrugada, le pisamos la cabeza al diablo, como nuestro salvador Jesús, si él lo hacía ¡cuánto más nosotros!
Cada día tiene su propio mal, por ello no nos podemos descuidar cada día antes de salir a cualquier lugar tienes que estar investido del poder de lo alto, porque los hijos de Dios estamos en guerra, y en la oración nos armamos con las más poderosas artillerías y a tu paso las legiones tienen que caer por tierra y el nombre del señor tiene que ser glorificado.
Un soldado sin oración es como aquel que camina con una venda en un campo minado en cualquier momento su vida se puede extinguir. Por ello tenemos que orar, solo en esa preciosa comunión somos uno con nuestro redentor y recibimos¡El poder de Dios para vencer!